_
_
_
_
El acento
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Clonar animales en extinción

De poco servirá reproducir especies en peligro de desaparecer si no se abordan también las causas

Marcos Balfagón

Después del éxito logrado en la clonación de animales que viven en cautiverio, el Gobierno de Brasil  se ha propuesto ahora clonar especies en peligro de extinción y que no sobreviven fuera del medio natural como el jaguar o el lobo crinado. Para ello ha creado un banco de genes en el que ya ha reunido 420 muestras celulares de ocho especies. Falta la segunda fase, la de extraer el núcleo de una de esas células, colocarlo en un óvulo y obtener un embrión de laboratorio.

El éxito no está asegurado. La vecina Argentina ha recorrido ya parte de ese camino. Desde que en 2003 logró las primeras vacas clonadas, ha logrado crear embriones de chitas y de tigres en peligro de extinción, colocando el material genético de células adultas de estos animales en óvulos de gata, pero falta la parte más importante: que nazca un animal. India se plantea hacer lo mismo con una especie de oso negro y otra de tigre de la que quedan muy pocos ejemplares.

Desde que en 1962 el británico John B. Gurdon demostró que era posible —lo que le ha valido el Premio Nobel de Medicina de este año—, la técnica de la clonación ha tenido un desarrollo lento, pero imparable.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Hasta 1996 no se logró el primer mamífero clonado a partir de células adultas. Fue la archifamosa oveja Dolly, obtenida en el Instituto Roslin de Edimburgo. A partir de este éxito, la clonación se ha convertido en una técnica de uso creciente cuya única limitación es, por ahora, económica. Su elevado coste hace que se haya utilizado solo en la reproducción de animales de gran valor económico, como sementales de toro de lidia, o sentimental, para reproducir mascotas muy queridas por sus propietarios, casi siempre millonarios.

Utilizar la clonación para reproducir animales destinados al consumo de carne no resulta por ahora competitivo: la simple cópula la garantiza a un precio mucho más asequible.

En cambio, la clonación puede resultar decisiva para evitar la extinción total de especies que no pueden vivir en cautiverio. En este caso, sin embargo, hay que plantearse algo más. De poco servirá clonar esos animales si no se modifican al mismo tiempo las causas que les han llevado al borde de la extinción, ya sea la caza masiva de ejemplares o las agresiones al hábitat en el que sobreviven.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_