Mariano Rajoy, con el matrimonio Obama en la recepción de la Asamblea General de la ONU. /SONIA N. HEBERT
Es una
verdadera suerte que el Presidente Rajoy haya viajado esta semana a Nueva York
y no la próxima, cuando los presupuestos generales para 2013 hayan quedado
vistos para sentencia. Cuando eso haya ocurrido, la principal baza de nuestra
candidatura al Consejo de Seguridad de la ONU será el sentido del humor. Con
una diplomacia a la defensiva y una capacidad militardiscreta, el
Gobierno está a punto de echar por el sumidero presupuestario una de sus
verdaderas ventajas comparativas en el escenario global: la cooperación
internacional.
De
acuerdo con la información a la que ha tenido acceso este blog, los recursos de
la Agencia Española de Cooperación(AECID) para 2013 podrían caer bastante por debajo de
los 300 millones de euros, una tercera parte que en 2011. Y hay quien afirma
que este sería el escenario positivo, porque los números pueden ser incluso
peores. Para que se hagan una idea, esta cantidad permite pagar los gastos
fijos, cumplir con los convenios ya firmados con las ONG… y poco más. El
recorte supondría en la práctica abandonar una parte importante de los países
en los que está presente España (o limitarse a financiar la Casa Gallega en
cada uno de ellos), levantarse de influyentes iniciativas multilaterales como
el Fondo Global contra el SIDA, la Malaria y la Tuberculosis, o dar la espalda
a emergencias y conflictos internacionales que comprometen la solidaridad más
básica de los españoles.
Precisamente
el drama del Sahel, a cuya Reunión de Alto Nivel asistió ayer el Presidente-
constituye un buen ejemplo del tipo de dilemas a los que nos enfrentamos. Sin
quitarle importancia a nuestros problemas, estamos hablando de 18 millones de
personas al borde de la muerte, incluyendo 4 millones de niños menores de cinco
años. Y además se trata de uno de los polvorines regionales de nuestro planeta,
a dos horas en avión de Madrid y en donde España tiene intereses estratégicos
en materia de seguridad, energía o inmigración.
¿Con
qué cuajo exigimos un asiento en el Consejo de Seguridad cuando ni siquiera
somos capaces de sostener nuestro compromiso en esta región? Exactamente, ¿qué
es lo que el Presidente va a decir en una reunión como la de Nueva York, en donde los
verdaderos líderes globales toman decisiones a pesar de su situación interna (Reino Unido no ha reducido ni un
penique de la ayuda en los tres últimos años)?
Tal
como están las cosas, creo que el Gobierno tiene dos únicas opciones: la
primera es establecer un suelo presupuestario que garantice el
sostenimiento básico del sistema de ayuda y obtener resultados razonables en un
número reducido de escenarios. Cualquier cifra por debajo de los 350-400
millones de euros para la AECID (los niveles de 2012, que ya se habían
recortado salvajemente con respecto al año anterior) impediría esta opción.
La
segunda –y no es una provocación, se lo aseguro- es cerrar el chiringuito:
“amigos de la ONU, España tiene otras prioridades y se retira durante un tiempo
de este juego”. Se acepta nuestro papel de potencia de quinta, se habla claro a
la opinión pública, se reparten los funcionarios por otras mermadas oficinas
ministeriales y se concentran las migajas que hayan quedado en una o dos causas
que merezcan la pena (la crisis del Sahel, donde trabajan excelentes ONG
españolas, es una de ellas). En otras palabras, nos convertimos todavía más en Grecia.
Comentarios
Excelente, como siempre.
Te felicito por el post; todas las contribuciones que signifiquen un debate en torno a la cooperación al desarrollo son positivas. Si bien estoy de acuerdo con lo que creo es la idea de fondo del artículo –los recortes de la AOD- sí me vas a permitir hacer una crítica, constructiva, al mismo. Es evidente que estoy de acuerdo en considerar un fracaso, de nuestra política al desarrollo, las enormes fluctuaciones que se han producido, a la baja, en cuanto al volumen de AOD española estos últimos dos años. Ahora bien, dicho esto, me pregunto ¿quién no lo va a estar? Este hecho objetivo de los recortes es una cuestión que merece una denuncia pero que tiene escaso recorrido, y te explico por qué lo pienso. Para los que trabajamos en esto, tu denuncia puede servir de desahogo, pero lamentablemente no para mucho más. Para el gestor público al timón de este barco en estos tiempos, su reacción a la lectura de este post será encogerse de hombros y decir “me gustaría contar con más fondos, pero NO HAY dinero”, y razón probablemente no le falte. A todo gestor público le gusta contar con fondos para poder lucirse en su gestión.Mencionas a la cooperación británica, que es un ejemplo y que merece todo el respeto por el esfuerzo que supone no recortar sus compromisos en medio de su propia –aunque no comparable- crisis de deuda. Ahora bien, también te digo que lo que nos separa de la cooperación británica son muchas más cosas además del mantenimiento de los compromisos de AOD, muchísimas más cosas. Son todas estas cuestiones que van más allá de la pura cifra lo que echamos un poco de menos; la denuncia del recorte se come todo lo demás. Es decir, que aunque sea difícil, creo que los mensajes –sin omitir la denuncia de fondo- tienen que ir más a lo constructivo. Esperemos que te equivoques y que no “desmonten el chiringuito”; en este sentido nos gustaría que se aprovechase esta larga travesía por el desierto que nos espera para mejorar la sala de máquinas de la cooperación española. Todos sabemos que hay muchas cosas por hacer y que no requieren especialmente de mucho dinero (reestructurar, redimensionar, ser más eficientes en la gestión, evaluar, gestionar por resultados, formar, rendir cuentas, mejorar la transparencia, etc.). El nuevo Plan Director, esperemos, será una oportunidad para esto. Lo que digo es que, tú que puedes, aprovecha también este blog para poner al destinatario de tu mensaje en una situación más comprometida que no pueda esquivar con un “me gustaría, pero no hay dinero”.Y por último, decir que a la “industria” de la cooperación en España (ONG, Universidades, consultores y consultorías) nos va a tocar remangarnos y ponernos a trabajar. Está bien lamerse las heridas un rato, pero llega un punto que como no te espabiles te mueres, porque esto va para largo. Hay más donantes, públicos y privados, con los que trabajar y hacer lo que nos gusta y sabemos hacer. Eso sí, a muchos les va a costar mucho trabajo porque, reconozcámoslo, muchos estaban muy acomodados. Salir fuera es complicado, es un entorno muy competitivo que nos va a exigir mucho más esfuerzo a todos. Pero es lo que toca.
No por previsible es menos dramático. Creo que este Gobierno no entiende que "Marca España" implica calidad, no bombos y platillos sin nada detrás. Me gustaría que el Ministerio de Exteriores hiciera el esfuerzo de recortar en gastos suntuarios -sillones de piel, coches de lujo-. Para mí, las consecuencias en el sector son problema secundario, con gran diferencia. Lo grave es que los compromisos en cooperación internacional llevan detrás un coste para miles de personas ya muy vulnerables en los países con los que colaboramos. Y eso no hay forma de sustituirlo. Y habría que ser capaces de visibilizar este impacto. Pedro: lo del sector es secundario. Lo que es prioridad es el objetivo de la cooperación. Pido a Gonzalo que establezca en el blog algún sistema para monitorizar ese impacto final, que es el que tiene repercusiones sobre la pobreza.
Mariana, ¡claro que lo que importa son los beneficiarios finales! pero fijate que no seríamos capaces ni siquiera avanzar cuál va a ser el impacto de la reducción en AOD porque no sabemos cual fue, en primer lugar, el impacto de la anterior. Solo sabemos que hubo un montón de millones disponibles, pero realmente poco más. No lo sabemos nosotros, ni las agencias, ni se lo podemos explicar al contribuyente. ¿Por qué no podemos? porque no se ha trabajado por resultados, no se han dotado a las instituciones de las herramientas de seguimiento y evaluación, ni se ha trabajado en la rendición de cuentas (igual porque nadie ha pedido este tipo de cuentas). Mira, estos sí saben lo qué han hecho: http://www.youtube.com/watch?feature=player_profilepage&v=gB6hb92l8vo
Lo cierto es que para el gobiernos los recortes no están teniendo coste político. No es sólo que haya menos dinero, al final si se necesitan mil millones para armas se encuentran (este mes se ha hecho) la cuestión es que el gobierno siente que los recortes en cooperación no sólo no tienen coste político (no hay manifestaciones en las calles o, pero, las que hay son minúsculas, no hay un sector que esté tomando medidas de presión fuertes), sino que un sector (¿minoritario? ¿importante?) de la opinión pública incluso demanda que se recortetodo ahí.Desde 1994 a ahora la cooperación ha pasado de generar un movimiento espontáneo de presión (acampadas 0,7) a ser el sector con más recorte sin que pase nada significativo en la opinión pública. Nos tenemos que preguntar en el sector (llevo 21 años en cooperación), qué ha pasado, qué está pasando, si queremos ofrecer soluciones.Pero lo que más me preocupa es que nos estamos preguntando por dinero, pero para mí esta crisis está sacando a flote problemas que ya estaban ahí y que no se abordaban.¿Es el rol de las ONG ser gestores de proyectos?A mí el debate de qué debe ser la cooperación y cual es el rol de las ONG en ella es el debate que más me interesa.
¡Hala! Tu da ideas Gonzalo.....da ideas.....;)O nos centramos en luchar contra la desigualdad desde otros foros que no sea la intervención en terreno. Denunciando, educando, intentando que haya leyes más justas y políticas menos dañinas para el Sur en España.
Si estafan a su propio país y nos cuentan milongas, como para pensar en los de fuera...Lo que pasa es que esto, nuestra estafa, debería verse en un tribunal internacional, recuperar lo saqueado y poner a nuestras señorías a trabajar por el ciudadano y no por el mercado.
Excelente, como siempre.
Te felicito por el post; todas las contribuciones que signifiquen un debate en torno a la cooperación al desarrollo son positivas. Si bien estoy de acuerdo con lo que creo es la idea de fondo del artículo –los recortes de la AOD- sí me vas a permitir hacer una crítica, constructiva, al mismo. Es evidente que estoy de acuerdo en considerar un fracaso, de nuestra política al desarrollo, las enormes fluctuaciones que se han producido, a la baja, en cuanto al volumen de AOD española estos últimos dos años. Ahora bien, dicho esto, me pregunto ¿quién no lo va a estar? Este hecho objetivo de los recortes es una cuestión que merece una denuncia pero que tiene escaso recorrido, y te explico por qué lo pienso. Para los que trabajamos en esto, tu denuncia puede servir de desahogo, pero lamentablemente no para mucho más. Para el gestor público al timón de este barco en estos tiempos, su reacción a la lectura de este post será encogerse de hombros y decir “me gustaría contar con más fondos, pero NO HAY dinero”, y razón probablemente no le falte. A todo gestor público le gusta contar con fondos para poder lucirse en su gestión.Mencionas a la cooperación británica, que es un ejemplo y que merece todo el respeto por el esfuerzo que supone no recortar sus compromisos en medio de su propia –aunque no comparable- crisis de deuda. Ahora bien, también te digo que lo que nos separa de la cooperación británica son muchas más cosas además del mantenimiento de los compromisos de AOD, muchísimas más cosas. Son todas estas cuestiones que van más allá de la pura cifra lo que echamos un poco de menos; la denuncia del recorte se come todo lo demás. Es decir, que aunque sea difícil, creo que los mensajes –sin omitir la denuncia de fondo- tienen que ir más a lo constructivo. Esperemos que te equivoques y que no “desmonten el chiringuito”; en este sentido nos gustaría que se aprovechase esta larga travesía por el desierto que nos espera para mejorar la sala de máquinas de la cooperación española. Todos sabemos que hay muchas cosas por hacer y que no requieren especialmente de mucho dinero (reestructurar, redimensionar, ser más eficientes en la gestión, evaluar, gestionar por resultados, formar, rendir cuentas, mejorar la transparencia, etc.). El nuevo Plan Director, esperemos, será una oportunidad para esto. Lo que digo es que, tú que puedes, aprovecha también este blog para poner al destinatario de tu mensaje en una situación más comprometida que no pueda esquivar con un “me gustaría, pero no hay dinero”.Y por último, decir que a la “industria” de la cooperación en España (ONG, Universidades, consultores y consultorías) nos va a tocar remangarnos y ponernos a trabajar. Está bien lamerse las heridas un rato, pero llega un punto que como no te espabiles te mueres, porque esto va para largo. Hay más donantes, públicos y privados, con los que trabajar y hacer lo que nos gusta y sabemos hacer. Eso sí, a muchos les va a costar mucho trabajo porque, reconozcámoslo, muchos estaban muy acomodados. Salir fuera es complicado, es un entorno muy competitivo que nos va a exigir mucho más esfuerzo a todos. Pero es lo que toca.
No por previsible es menos dramático. Creo que este Gobierno no entiende que "Marca España" implica calidad, no bombos y platillos sin nada detrás. Me gustaría que el Ministerio de Exteriores hiciera el esfuerzo de recortar en gastos suntuarios -sillones de piel, coches de lujo-. Para mí, las consecuencias en el sector son problema secundario, con gran diferencia. Lo grave es que los compromisos en cooperación internacional llevan detrás un coste para miles de personas ya muy vulnerables en los países con los que colaboramos. Y eso no hay forma de sustituirlo. Y habría que ser capaces de visibilizar este impacto. Pedro: lo del sector es secundario. Lo que es prioridad es el objetivo de la cooperación. Pido a Gonzalo que establezca en el blog algún sistema para monitorizar ese impacto final, que es el que tiene repercusiones sobre la pobreza.
Mariana, ¡claro que lo que importa son los beneficiarios finales! pero fijate que no seríamos capaces ni siquiera avanzar cuál va a ser el impacto de la reducción en AOD porque no sabemos cual fue, en primer lugar, el impacto de la anterior. Solo sabemos que hubo un montón de millones disponibles, pero realmente poco más. No lo sabemos nosotros, ni las agencias, ni se lo podemos explicar al contribuyente. ¿Por qué no podemos? porque no se ha trabajado por resultados, no se han dotado a las instituciones de las herramientas de seguimiento y evaluación, ni se ha trabajado en la rendición de cuentas (igual porque nadie ha pedido este tipo de cuentas). Mira, estos sí saben lo qué han hecho: http://www.youtube.com/watch?feature=player_profilepage&v=gB6hb92l8vo
Lo cierto es que para el gobiernos los recortes no están teniendo coste político. No es sólo que haya menos dinero, al final si se necesitan mil millones para armas se encuentran (este mes se ha hecho) la cuestión es que el gobierno siente que los recortes en cooperación no sólo no tienen coste político (no hay manifestaciones en las calles o, pero, las que hay son minúsculas, no hay un sector que esté tomando medidas de presión fuertes), sino que un sector (¿minoritario? ¿importante?) de la opinión pública incluso demanda que se recortetodo ahí.Desde 1994 a ahora la cooperación ha pasado de generar un movimiento espontáneo de presión (acampadas 0,7) a ser el sector con más recorte sin que pase nada significativo en la opinión pública. Nos tenemos que preguntar en el sector (llevo 21 años en cooperación), qué ha pasado, qué está pasando, si queremos ofrecer soluciones.Pero lo que más me preocupa es que nos estamos preguntando por dinero, pero para mí esta crisis está sacando a flote problemas que ya estaban ahí y que no se abordaban.¿Es el rol de las ONG ser gestores de proyectos?A mí el debate de qué debe ser la cooperación y cual es el rol de las ONG en ella es el debate que más me interesa.
¡Hala! Tu da ideas Gonzalo.....da ideas.....;)O nos centramos en luchar contra la desigualdad desde otros foros que no sea la intervención en terreno. Denunciando, educando, intentando que haya leyes más justas y políticas menos dañinas para el Sur en España.
Si estafan a su propio país y nos cuentan milongas, como para pensar en los de fuera...Lo que pasa es que esto, nuestra estafa, debería verse en un tribunal internacional, recuperar lo saqueado y poner a nuestras señorías a trabajar por el ciudadano y no por el mercado.
Excelente, como siempre.
Te felicito por el post; todas las contribuciones que signifiquen un debate en torno a la cooperación al desarrollo son positivas. Si bien estoy de acuerdo con lo que creo es la idea de fondo del artículo –los recortes de la AOD- sí me vas a permitir hacer una crítica, constructiva, al mismo. Es evidente que estoy de acuerdo en considerar un fracaso, de nuestra política al desarrollo, las enormes fluctuaciones que se han producido, a la baja, en cuanto al volumen de AOD española estos últimos dos años. Ahora bien, dicho esto, me pregunto ¿quién no lo va a estar? Este hecho objetivo de los recortes es una cuestión que merece una denuncia pero que tiene escaso recorrido, y te explico por qué lo pienso. Para los que trabajamos en esto, tu denuncia puede servir de desahogo, pero lamentablemente no para mucho más. Para el gestor público al timón de este barco en estos tiempos, su reacción a la lectura de este post será encogerse de hombros y decir “me gustaría contar con más fondos, pero NO HAY dinero”, y razón probablemente no le falte. A todo gestor público le gusta contar con fondos para poder lucirse en su gestión.Mencionas a la cooperación británica, que es un ejemplo y que merece todo el respeto por el esfuerzo que supone no recortar sus compromisos en medio de su propia –aunque no comparable- crisis de deuda. Ahora bien, también te digo que lo que nos separa de la cooperación británica son muchas más cosas además del mantenimiento de los compromisos de AOD, muchísimas más cosas. Son todas estas cuestiones que van más allá de la pura cifra lo que echamos un poco de menos; la denuncia del recorte se come todo lo demás. Es decir, que aunque sea difícil, creo que los mensajes –sin omitir la denuncia de fondo- tienen que ir más a lo constructivo. Esperemos que te equivoques y que no “desmonten el chiringuito”; en este sentido nos gustaría que se aprovechase esta larga travesía por el desierto que nos espera para mejorar la sala de máquinas de la cooperación española. Todos sabemos que hay muchas cosas por hacer y que no requieren especialmente de mucho dinero (reestructurar, redimensionar, ser más eficientes en la gestión, evaluar, gestionar por resultados, formar, rendir cuentas, mejorar la transparencia, etc.). El nuevo Plan Director, esperemos, será una oportunidad para esto. Lo que digo es que, tú que puedes, aprovecha también este blog para poner al destinatario de tu mensaje en una situación más comprometida que no pueda esquivar con un “me gustaría, pero no hay dinero”.Y por último, decir que a la “industria” de la cooperación en España (ONG, Universidades, consultores y consultorías) nos va a tocar remangarnos y ponernos a trabajar. Está bien lamerse las heridas un rato, pero llega un punto que como no te espabiles te mueres, porque esto va para largo. Hay más donantes, públicos y privados, con los que trabajar y hacer lo que nos gusta y sabemos hacer. Eso sí, a muchos les va a costar mucho trabajo porque, reconozcámoslo, muchos estaban muy acomodados. Salir fuera es complicado, es un entorno muy competitivo que nos va a exigir mucho más esfuerzo a todos. Pero es lo que toca.
No por previsible es menos dramático. Creo que este Gobierno no entiende que "Marca España" implica calidad, no bombos y platillos sin nada detrás. Me gustaría que el Ministerio de Exteriores hiciera el esfuerzo de recortar en gastos suntuarios -sillones de piel, coches de lujo-. Para mí, las consecuencias en el sector son problema secundario, con gran diferencia. Lo grave es que los compromisos en cooperación internacional llevan detrás un coste para miles de personas ya muy vulnerables en los países con los que colaboramos. Y eso no hay forma de sustituirlo. Y habría que ser capaces de visibilizar este impacto. Pedro: lo del sector es secundario. Lo que es prioridad es el objetivo de la cooperación. Pido a Gonzalo que establezca en el blog algún sistema para monitorizar ese impacto final, que es el que tiene repercusiones sobre la pobreza.
Mariana, ¡claro que lo que importa son los beneficiarios finales! pero fijate que no seríamos capaces ni siquiera avanzar cuál va a ser el impacto de la reducción en AOD porque no sabemos cual fue, en primer lugar, el impacto de la anterior. Solo sabemos que hubo un montón de millones disponibles, pero realmente poco más. No lo sabemos nosotros, ni las agencias, ni se lo podemos explicar al contribuyente. ¿Por qué no podemos? porque no se ha trabajado por resultados, no se han dotado a las instituciones de las herramientas de seguimiento y evaluación, ni se ha trabajado en la rendición de cuentas (igual porque nadie ha pedido este tipo de cuentas). Mira, estos sí saben lo qué han hecho: http://www.youtube.com/watch?feature=player_profilepage&v=gB6hb92l8vo
Lo cierto es que para el gobiernos los recortes no están teniendo coste político. No es sólo que haya menos dinero, al final si se necesitan mil millones para armas se encuentran (este mes se ha hecho) la cuestión es que el gobierno siente que los recortes en cooperación no sólo no tienen coste político (no hay manifestaciones en las calles o, pero, las que hay son minúsculas, no hay un sector que esté tomando medidas de presión fuertes), sino que un sector (¿minoritario? ¿importante?) de la opinión pública incluso demanda que se recortetodo ahí.Desde 1994 a ahora la cooperación ha pasado de generar un movimiento espontáneo de presión (acampadas 0,7) a ser el sector con más recorte sin que pase nada significativo en la opinión pública. Nos tenemos que preguntar en el sector (llevo 21 años en cooperación), qué ha pasado, qué está pasando, si queremos ofrecer soluciones.Pero lo que más me preocupa es que nos estamos preguntando por dinero, pero para mí esta crisis está sacando a flote problemas que ya estaban ahí y que no se abordaban.¿Es el rol de las ONG ser gestores de proyectos?A mí el debate de qué debe ser la cooperación y cual es el rol de las ONG en ella es el debate que más me interesa.
¡Hala! Tu da ideas Gonzalo.....da ideas.....;)O nos centramos en luchar contra la desigualdad desde otros foros que no sea la intervención en terreno. Denunciando, educando, intentando que haya leyes más justas y políticas menos dañinas para el Sur en España.
Si estafan a su propio país y nos cuentan milongas, como para pensar en los de fuera...Lo que pasa es que esto, nuestra estafa, debería verse en un tribunal internacional, recuperar lo saqueado y poner a nuestras señorías a trabajar por el ciudadano y no por el mercado.
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