Al natural soy (casi, casi) igual que tú

Cuando el actor y cómico Russell Brand publicó en 2010 una foto poco favorecedora y sin maquillaje de la cantante Katy Perry, entonces su esposa, la reacción no se hizo esperar. La imagen fue borrada de Twitter el mismo día. "Ahí tienes una buena manera de molestar a tu esposa", bromeó el periódico New York Post. ¿Quién imaginaría que un par años después las fotos libres de maquillaje se convertirían en una tendencia entre las celebridades?

Muchas estrellas femeninas se han apresurado a publicar instantáneas de sí mismas en esa guisa. La semana pasada, Rihanna, famosa por sus peinados y maquillajes de colores chillones, colgó en Instagram un retrato en el que se la veía con pretendido aspecto de vecina de al lado, con la cara lavada y unas coletas trenzadas. No era la primera vez: meses antes ya había publicado otros recién salida de la cama. Eso sí, con una piel perfecta y radiante.

Nicole Polizzi, la estrella del reality de MTV Jersey Shore más conocida como Snooki, hizo lo propio hace unos días. Subió una foto en la que aparecía sin sus sempiternos bronceador, lápiz de ojos y colorete rosa. Pasaba por alguien a quien podrías llevar a casa para presentar a tu madre. "Este es mi lienzo en blanco antes de ponerme artística", añadía.

Y antes de ellas, Jennifer Love Hewitt, Demi Lovato y Lady Gaga. Y hasta la actriz Roseanne Barr, que bajo el perfil de Twitter @TheRealRoseanne colgó una foto en la que se la veía en la cama, sin maquillaje y con la barbilla hundiéndose en los pliegues de su cuello.

¿Son estas fotos un gesto de humildad o el enésimo truco publicitario? "Cuando una celebridad publica este tipo de imágenes sabe que suponen una gran acción de relaciones públicas", opina Emilie Zaslow, profesora de comunicación en la Universidad Pace en Nueva York especializada en estudios sobre la belleza en la cultura de consumo. Las fotos, agrega, son una forma de demostrar que la celebridad “no necesita el maquillaje que normalmente lleva", para que así se la imagine “terrenal, auténtica e íntima con sus fans”.

Eso podría explicar una foto que Kim Kardashian tuitéo en febrero. “Pantalón de chándal, pelo suelto, sin maquillaje, sin hacer nada especial”, escribió la estrella de realities y novia de Kanye West. La foto fue tomada en un cuarto de baño revestido de mármol decididamente poco glamouroso. Mostraba, eso sí, un montón de piel, ataviada con un sujetador negro deportivo y el pantalón en cuestión. En la imagen, la diva aparece mirando fijamente al espejo mientras encuadra la foto en su smartphone con la mano izquierda. Los medios de comunicación sensacionalistas reaccionaron con asombro y recompensaron a Kardashian con gran cobertura y elogios. "Kim Kardashian hace alarde de las curvas", tituló el Daily News de Nueva York. El Daily Mail, de Reino Unido, escribió: "Hasta cuando se relaja, Kim Kardashian se las arregla para parecer tan sexi como siempre", y añadió que seguía apareciendo “perfecta” y que su estómago parecía una tableta de chocolate.

Solo en algunos casos aislados las celebridades parecen querer asumir verdaderos riesgos. En mayo, AnnaLynne McCord, protagonista del remake de Sensación de vivir, publicó una foto de sí misma al natural, decididamente poco favorecedora, con el rostro salpicado de manchas rojas. "Me he despertado esta mañana y he decidido que estoy por encima del requisito de perfección de Hollywood", escribió la actriz en el mensaje que acompañaba a la foto. "Para todas las chicas (y chicos) que alguna vez se han sentido avergonzadas por su piel, ¡yo os saludo! No soy perfecta, y me parece bien”. [Más sobre la sorprendente repercusión del caso aquí].

“En la mayoría de los casos, las fotos son una apuesta por la atención, aunque sea inconsciente”, dice Soroya Bacchus, un psiquiatra de Los Angeles que tiene a varias celebridades entre sus pacientes. “Realmente tiene que ver con un sentido subyacente de narcisismo, camuflado de ‘Oh, mira lo humilde que soy’. Es un sentido de la humildad falso”.

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