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Button incumple su promesa

El excampeón de fórmula 1 no abandona su fama de mujeriego, pese a mantener una sólida relación con la modelo argentino-japonesa Jessica Michibata

Jessica Michibata junto a su novio, el campeón de F1 Jenson Button.
Jessica Michibata junto a su novio, el campeón de F1 Jenson Button.CORDON PRESS

El físico de Jessica Michibata, la novia de excampeón de fórmula 1 Jenson Button, habla de sus orígenes. Su padre es argentino, de raíces italianas y españolas, según ella se encarga de aclarar, y su madre es japonesa. Lleva tres años con el deportista británico, conocido por su fama de playboy.Cuando comenzaron la relación, en 2009, él le prometió que si ganaba el campeonato de fórmula 1, le pediría de rodillas que se casaran. Buttton logró el título, pero incumplió su palabra. Pero se ve que Jessica tiene paciencia oriental y sigue esperando.

Nació hace 27 años en la prefectura japonesa de Fukui con un nombre bien argentino: Jessica Celeste González Almada. Su padre, Aníbal, era un cantante de música tropical que en los sesenta viajó a España con la intención de llenar el hueco que dejaba su compatriota Alberto Cortez, que abandonaba ese género para abrazar la canción melódica. En Madrid se rebautizó com Cacho Valdez. Cual trotamundos pasó por Portugal, Italia, Egipto, Líbano, Irak y acabó en 1970 en Japón.

Allí se enamoró de una fan, se casó y después se divorció. Tuvieron cuatro hijos: Aníbal, Karen, Jessica y Angélica. Las tres se hicieron modelos. En una entrevista con el periódico argentino Perfil, Cacho reconoce que él alentaba a Jessica abrazar esa profesión: “Tendrías que ser modelo', le decía cuando era chiquita, porque era muy bonita y tenía piernas largas”. Primero comenzó la carrera su hermana mayor, Karen, en Tokio. Jessica la fue a visitar y en la agencia de modelos le ofrecieron a los 13 años que se sumara a las pasarelas. Y entonces abandonó su sueño de convertirse en juez.

“Es una chica muy responsable, muy estudiosa y muy luchadora, una mujer muy emprendedora”, cuenta su padre. “Cuando era chica, me acuerdo que me decía: 'Papá, yo me quiero acostar y descansar porque mañana quiero tener la cara bien despierta'. Siempre hizo mucha gimnasia, yoga, le gustaba cuidarse mucho con las comidas. Y entiende bastante español, porque a mis hijos les hablo en castellano y cada uno me responde en el idioma que le sale”, añade Cacho. Cuando le preguntan qué tiene Jessica de argentina, él responde que su pasión por la carne de vaca. “He tenido suerte; nunca tuve que hacer esfuerzos para estar delgada. Quizás tenga buenos genes”, dijo alguna vez Jessica. Ella casi no es conocida en Argentina, país al que solo visitó una vez, en 1991. Solo la identifican los fanáticos de la fórmula 1 porque ella muchas veces acompaña a Button en las carreras, pese a que sigue su carrera de modelo.

Para hacerse un nombre en su país, optó por usar profesionalmente el apellido de su madre. Su primer anuncio de éxito fue para la cadena de ropa japonesa Uniqlo en 2007. Además hizo spots para Evian, Reebok, Seiko, Lux, L’Oreal, Aquarius y Tag Heuer. También probó como presentadora de televisión y protagonizó vídeos musicales de grupos como Soul’d Out y Teriyaki Boyz. Hasta entonces su fama se circunscribía a Japón. Y la utilizó para apoyar causas nobles como la del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

También viajaba por el mundo por su trabajo de modelo. Así fue como en 2009 conoció a Button, que cuatro años antes había roto su compromiso con la cantante y actriz británica Louise Griffiths. A pesar de que el corredor, de 32 años, ha dejado claro que no quiere hablar de hijos hasta que se retire del automovilismo, le ha jurado a Jessica que, pese a su fama de mujeriego, quiere casarse con ella. La incógnita es cuándo...

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