¿Está tu ropa manchada de sangre?
Niña tejiendo un balón. Extraída de SETEM.ORG
Hace unos días la campaña Ropa Limpia publicaba la tremenda noticia del asesinato de Aminul Islam, activista pro-derechos humanos cuya labor principal era luchar contra las situaciones de pobreza extrema, inseguridad y explotación que sufren los trabajadores de las fábricas de ropa en Bangladesh.
La única forma de que la muerte de Aminul Islam no quede impune es que los consumidores de la ropa que se fabrica en este país penalicemos este tipo de sistemas de producción. ¿Cómo se hace eso? Pues muy fácil, solicitando información a las marcas sobre sus sistemas de producción, difundiendo las informaciones sobre prácticas no éticas y, sobre todo, no consumiendo productos que sean fruto de la explotación de otros seres o del entorno.
No es difícil identificar las marcas que utilizan sistemas de producción social y ambientalmente insostenibles. Tenemos a casi todas las multinacionales dentro del saco, pero si quieren información más concreta pueden encontrarla sin demasiado esfuerzo. Por ejemplo, una vuelta rápida por las noticias publicadas en la plataforma de Ropa Limpia nos permite saber que Adidas, Reebok, Puma, Nike, Zara, Mango, Tommy Hilfiger y Calvin Klein, entre muchas otras, están en este saco de empresas “no limpias”.
Por poner algunos ejemplos sangrantes:
-Trabajadoras de El Salvador cobran 0,08$ la hora por coser camisetas de Adidas, Reebok, Puma que se venden por 25$
-Nike lleva más de 18 años obligando a desarrollar horas extras no pagadas a los trabajadores de sus más de 20 fábricas en Indonesia. Recientemente, gracias a la presión de la campaña Juega Limpio (deporte y comercio justo), se ha visto obligada a indemnizar a 4.500 trabajadores.
-Los trabajadores de la fábricas chinas de pins que se usan en los juegos olímpicos de Londres cobran 0,77€ la hora. Un pin vale 7,79€
Dicho esto, no todo son malas noticias. La presión ciudadana es especialmente eficaz en este sector y el trabajo de muchas organizaciones pro-derechos humanos y laborales empiezan a dar sus frutos. Un ejemplo: Como resultado de una intensa campaña de presión apoyada por la cadena americana de televisión ABC, hace unos días P.V.H. -propietaria de las marcas Tommy Hilfiger y Calvin Klein- presentaba un compromiso pionero para mejorar la seguridad de sus fábricas de ropa en Bangladesh.
Todavía más esperanzador es el acuerdo pionero firmado por los organizadores de Londres 2012, por el cuál han hecho públicos todos los detalles de sus proveedores de merchandising y han desarrollado una serie de instrumentos para asegurar unos estándares mínimos en las condiciones laborales de todas las fabricas proveedoras. Este es el resultado de la concienzuda campaña Juega Limpio 2010 – Playfair2012
Estos ejemplos son la prueba de que un colectivo concienciado y organizado puede hacer que las cosas cambien. En estos tiempos que parece que nos hemos olvidado de nuestra fuerza y nuestros derechos les animamos a que se activen y no se dejen vencer por la apatía y las malas noticias. Se lo debemos a gente como Aminul Islam.
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