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Rescindido el contrato con el arquitecto de los Teatros del Canal

La Comunidad de Madrid alega por "importantes defectos, carencias e imprevisiones"

El Canal de Isabel II, dependiente de la Comunidad de Madrid, ha rescindido el contrato con el arquitecto Juan Navarro Baldeweg, encargado de los Teatros del Canal, debido a que el proyecto que presentó "adolecía de aproximadamente 300 importantes defectos, carencias e imprevisiones", confirmó a Europa Press un portavoz de la empresa pública.

La decisión, comunicada ayer al arquitecto, ha sido adoptada tras concluirse que dichos fallos en el proyecto han llevado a "retrasos continuos e indefiniciones en el desarrollo de los trabajos", con el correspondiente incremento del presupuesto inicial e "incertidumbre" sobre la fecha de finalización y apertura.

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De hecho, el Canal de Isabel II estudia la posibilidad de emprender acciones legales contra Navarro Baldeweg para reclamar daños y perjuicios en concepto de demoras y sobrecostes. No en vano, el arquitecto se llevaba un 6% del presupuesto de ejecución del proyecto y de la dirección de obra.

Sin calefacción ni aire acondicionado

De ahora en adelante, las obras serán asumidas y terminadas por el propio Canal de Isabel II a través de su departamento de Arquitectura, estando prevista la inauguración de los Teatros para mediados de 2008, de forma que acoja el Festival de Otoño. Fuentes de la empresa pública han subrayadp que las "carencias" e "imprevisiones" que han motivado la rescisión del contrato fueron reveladas tanto por el Canal de Isabel II como por informes técnicos de consultoras externas.

Entre los fallos detectados figuran, una portavoz del Canal ha citado que el proyecto no contemplaba calefacción y aire acondicionado en la totalidad de las instalaciones, y que las vigas previstas para la fachada del edificio eran demasiado pequeñas y no podían aguantar el peso de los cristales.

También acusa a Baldeweg de no prever sistema de protección contraincendios para la fachada y de calcular muy por lo bajo la madera necesaria para revestir las paredes, pues inicialmente se estimaron necesarios 600 metros cuadrados, cuando en realidad se precisaban 6.000.

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