_
_
_
_
_

Berlusconi se hace operaciones de estética "por respeto a los demás"

"Quien pueda permitírselo, tiene el deber de presentarse lo mejor posible", afirma el primer ministro de Italia

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha afirmado hoy que se somete a operaciones de cirugía estética no por coquetería o por culto al cuerpo, sino porque tiene una imagen pública que cuidar y, lo más sorprendente, "por respeto a los demás". Para Il Cavaliere, uno de los hombre más ricos de su país, "quien pueda permitírselo tiene el deber de presentarse lo mejor posible ante los demás".

Más información
La imagen playera de 'Il Cavaliere'
El pasadizo secreto de Berlusconi

Berlusconi ha ofrecido una rueda de prensa para hacer balance del año, durante la cual un periodista le ha preguntado si tiene previsto realizarse nuevas intervenciones, tras el estiramiento de piel facial al que se sometió hace 12 meses y el trasplante de pelo del verano pasado. Con una sonrisa, ha asegurado: "Mis cabellos están creciendo de nuevo". Esta afirmación es claramente constatable si se compara su imagen de hoy con la de hace unos meses, cuando le brillaba la calva.

El primer ministro italiano, que además es uno de los principales empresarios del país y compositor de canciones, ha reivindicado su derecho a esas intervenciones estéticas y se ha mostrado contento y orgulloso del resultado: "Cuando me miro al espejo me gusta ver que mi aspecto corresponde a mi juventud interna. Quien pueda permitírselo tiene el deber de presentarse lo mejor posible ante los demás. Es un asunto de respeto y un hecho que no hay que ocultar".

El año pasado, tras la rueda de prensa de final de año, Berlusconi desapareció de la escena pública durante varias semanas y cuando reapareció tenía evidentes cambios en el rostro, aunque él sólo admitió que se había "tocado" un poco las bolsas bajo los ojos.

Más tarde, en verano, apareció en la isla de Cerdeña junto a su colega británico, Tony Blair, con un muy comentado pañuelo en la cabeza estilo pirata, imagen que dio la vuelta al mundo y que se justificó en el hecho de esconder las cicatrices que tenía en el cuero cabelludo tras el injerto de pelo. Al margen de su culto a la imagen, que ha sido objeto frecuente del interés periodístico, el jefe del Ejecutivo italiano ha hablado de política para hacer un balance positivo de su gestión en 2004.

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, sonríe en la rueda de prensa en la que ha hecho balance del año.
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, sonríe en la rueda de prensa en la que ha hecho balance del año.AP

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_