El consumo de las familias mantiene el crecimiento del PIB en el 0,8%
El INE confirma el avance de la economía española durante el primer trimestre. La deuda pública representa ya un 100,05% del PIB
La economía española mantiene el ritmo de crecimiento gracias a la fortaleza del consumo de los hogares. El gasto de las familias creció un 3,7% en comparación anual y encadena nueve trimestre seguidos al alza. Este es de los pocos indicadores, junto con una aportación menos negativa del sector exterior, que mejora en el primer trimestre del año, según los datos publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que confirman lo que ya avanzó a finales de abril: que la actividad registró entre enero y abril un crecimiento trimestral del 0,8% del PIB.
Entre las buenas noticias está que la actividad mantiene la inercia y consolida un crecimiento del 0,8% por tercer trimestre consecutivo, lo que representa un avance del 3,4% anual. Pero las cifras brillan menos que hace un año. Los vientos de cola que impulsaron la economía española durante el año pasado pierden fuerza. Las medidas de expansión monetaria del Banco Central Europeo (BCE) se están agotando, el precio del petróleo ha repuntado en las últimas semanas y parece consolidarse en los 50 dólares el barril, casi un 20% más que a final de año. A esto habría que sumar las dudas sobre el desempeño de la economía China, que está afectando a los países emergentes. La conclusión es que la economía española es más vulnerable que hace un año. Y los componentes del PIB reflejan como pocos indicadores esta situación.
Un examen a esos indicadores permiten ver las secuelas de la turbulencias que sufrieron los mercados a principios de años. Lo refleja el deterioro de las exportaciones (caen un 0,5%) y la atonía de las importaciones (avanzan un tímido 0,3%) en el primer trimestre. Una situación que se espera mejore en el segundo trimestre al despejarse en buena medida las tensiones bursátiles en China y el pavor de los mercados en el arranque del año.
La contribución de la demanda nacional al crecimiento anual se ha reducido entre enero y abril respecto al trimestre anterior. "En términos interanuales, la demanda interna sumó 3,8 puntos porcentuales al crecimiento mientras que la el saldo neto exterior restó 0,4 puntos", explica BBVA Research. En realidad, la contribución de la demanda nacional al crecimiento anual es algo menos positiva que en el trimestre anterior y la demanda externa es menos negativa, precisa el INE.
Aunque en términos anuales se produce un frenazo en el consumo de las administraciones públicas (crece un 2,6%, lo que supone un descenso de 1,1 puntos porcentuales menos sobre idéntico trimestre del año anterior), lo cierto es que en comparación intertrimestral se produce una aceleración hasta el 0,8%, cuatro décimas más. También la inversión, sobre todo la pública, se ralentiza. La construcción que parecía remontar después de años penando los excesos del boom se retrae, un 0,2% en el primer trimestre, afectada sobre todo por la caída de la construcción no residencial (infraestructuras). Y la inversión en bienes de equipo, un indicador que anticipa mejoras de resultados empresariales, también se modera.
La demanda exterior resta menos al crecimiento del PIB que en el trimestre pasado, sobre todo, por una moderación de las importaciones mayor que el retroceso de las exportaciones. Estas cifras permiten intuir una cierta ralentización de la economía para los próximos meses, como anticipó esta misma semana el Banco de España. El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha descartado, sin embargo, que se esté produciendo una desaceleración durante el segundo trimestre del año y augura que a este ritmo de crecimiento la economía española podría crecer en el entorno del 3% anual, tres décimas más de lo proyectado por el Gobierno en sus últimas previsiones macroeconómicas.
Con esta evolución de la economía española, confirmada por el INE, la deuda pública habría alcanzado un nivel equivalente al 100,5% del PIB, la mayor tasa en más de un siglo, según la serie histórica.
El empleo de la economía, en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, registra una mejora trimestral del 0,9%, tres décimas superior al trimestre anterior. En términos anuales, el empleo aumentó entre enero y abril a un ritmo del 3,2%, dos décimas más que en el trimestre anterior. Esta evolución supone un aumento de unos 533.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en un año. Las cifras muestran como la creación de empleo se ha acelerado unas siete décimas de las horas efectivamente trabajadas.
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