Las pensiones suben en 2014 un 0,25% y anticipan pérdida de poder adquisitivo

La reforma de pensiones no está aprobada aún. La ministra de Empleo, Fátima Báñez, explica esta semana al Congreso el proyecto de ley que el Consejo de Ministros aprobó el viernes. En cambio, ya empieza a marcar el ritmo al que se van a actualizar las pensiones. En 2014 subirán un 0,25%, según los presupuestos. Puede que suban más. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha dejado la puerta abierta a modificaciones durante la tramitación parlamentaria de las dos leyes: “Hay margen”. Pero los cambios tendrían que ser sustanciales para que el año que viene los pensionistas no pierdan poder adquisitivo. Y además, como en años anteriores, el gasto presupuestado en pensiones contributivas se antoja escaso.

El proyecto de presupestos para 2014 no contempla ninguna previsión de cómo evolucionará el Índice de Precios al Consumo (IPC). En cambio, el Ministerio de Economía en el programa de estabilidad sí que pronostica un deflactor del consumo privado en el PIB, que puede utilizarse como aproximación. Y este vaticinio es el 1,5%, bastante por encima del 0,25% que, en principio, subirán las pensiones.

Para defender esta cuasi congelación, Montoro se apoyó en la gran debilidad de los precios actuales, en septiembre el IPC se ha situado en el 0,3%. “Es un buen momento para hacer estas medidas y es una gran novedad, porque en España nunca habíamos tenido inflaciones tan bajas que deberíamos conservar a través de las políticas económicas y presupuestarias”, argumentó el responsable de Hacienda. Pero la Historia dice que en España los precios crecen a un ritmo bastante mayor, desde que se creó la zona euro el aumento medio de precios año a año ha sido del 2,9%.

Un aumento del 0,25% al año en pensiones es lo mínimo previsto en el proyecto de reforma en marcha. La Ley Reguladora del Factor de Sostenibilidad y del Índice de Revalorización del Sistema de Pensiones de la Seguridad Social, nombre oficial de la reforma, consiste en definir dos vías de ajuste del gasto en pensiones.

La primera acaba con la actualización anual basada en la evolución de los precios y la ata a la situación de las cuentas de la Seguridad Social, aunque con límites. En los años malos, cuando el instituto previsor acumule abultados números rojos —para 2014 se espera un déficit del 1,1% del PIB en la Seguridad Social— habrá, al menos, una subida mínima del 0,25%. Si la situación es la contraria, el incremento no podrá ir más allá del IPC más del 0,25%.

La segunda vía de ajuste consiste en que, junto a otros parámetros (edad de retiro, tiempo cotizado o periodo de cómputo) se calcule la pensión inicial del jubilado teniendo en cuenta también la esperanza de vida a los 67 años. No obstante, este mecanismo no entrará en vigor, en principio, hasta 2019.

Que las pensiones apenas vayan a subir un 0,25% no quiere decir que este vaya a ser el aumento del gasto total similar. El aumento será bastante más grande. Es muy probable que vaya más allá de lo que vaticina Montoro: “Las pensiones contributivas tienen consignado un crédito para 2014 de 112.102,61 millones de euros, un 5,4% más que en 2013”.

Cuando el responsable de Hacienda establece esta comparación, lo hace respecto del gasto en pensiones presupuestado para 2013. Pero a estas alturas del año, puede afirmarse con rotundidad que ese cálculo se quedó corto. La cuentas públicas para 2013 estimaban un factura en pensiones de 106.350 millones. Partían de una mala base —el gasto de 2012 superó con mucho lo presupuestado— y calcularon un incremento que está siendo superado por la realidad (del 4,2% al 4,9%). Todo esto hace prever que la factura final en pensiones en 2013 se acercará más a unos 108.500 millones de euros.

Partiendo de esta última cifra, y dando por bueno el incremento del 5,4% en pensiones contributivas que el Gobierno ha calculado para 2014, el desfase a finales del próximo año entre lo presupuestado por el Gobierno (112.102,6 millones) y la realidad puede irse casi hasta los 2.500 millones.