La caída de las importaciones lleva al menor déficit comercial de la era euro
El sector exterior se apunta en diciembre un saldo negativo de 1.294 millones
El sector exterior despidió 2012 a lo grande. Las aduanas registraron en diciembre pasado el menor déficit desde el inicio de la zona euro, en 1999. “El comportamiento ha sido excepcionalmente positivo, con una corrección del desequilibrio comercial del 71,6% respecto al año anterior”, glosó el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, tras detallar este martes que ese saldo negativo se había quedado en 1.294 millones de euros. “Se han pulverizado todos los récords”, añadió al dar cuenta de que la tasa de cobertura —la proporción de importaciones que podrían pagarse con el valor de las mercancías que se exporta—, está por encima del 93%.
En el conjunto de 2012, el déficit comercial también se aligeró, en un tercio (hasta los 30.757 millones), gracias al aumento de las exportaciones (un 3,8% más que en 2011) y al descenso de las importaciones (un 2,8% menos).
El desequilibrio se ha reducido un 72% respecto a diciembre de 2011
En su explicación ante la prensa, García-Legaz optó por enfatizar el buen comportamiento de las exportaciones, que aumentaron en diciembre un 4,6% respecto al mismo mes de 2011, “incluso con la zona euro en recesión”. Un dato, que junto al recorte del déficit, le llevó a ser “francamente optimista” sobre 2013.
Otros datos, sin embargo, matizan ese optimismo. Porque el incremento de la facturación por exportaciones en diciembre se debe, en gran medido al alza del precio de las mercancías. Sin el efecto de los precios, el avance anual se limita al 0,2%. Pero, sobre todo, porque el drástico recorte en el déficit comercial, debe mucho más al desplome de las importaciones. Y eso dice cosas mucho menos agradables de la economía española.
De diciembre de 2011 a diciembre de 2012, el déficit comercial (la diferencia entre exportaciones e importaciones) se acortó en 2.877 millones. Apenas una cuarta parte de ese recorte se debió a que se exportó más; casi toda la diferencia se explica porque el valor de las mercancías importadas se redujo de forma muy notable (en 2.212 millones). El ritmo de ese retroceso (11,5%) es también el más intenso de la era euro, sin contar los años (2008-2009) de la Gran Recesión.
El desplome de las importaciones explica además lo ocurrido en octubre y noviembre de 2012, periodo en el que el déficit comercial ya se redujo de forma notable. Y que coincide con el periodo más agudo de la nueva recesión de la economía española, con una caída trimestral del 0,7% en el PIB, reflejo del bajonazo del consumo interno.
Una economía en contracción
Los servicios de estudios privados y del Banco de España relacionan de forma directa el brusco descenso de las importaciones con la falta de demanda de una economía en contracción, lo que arroja alguna duda sobre lo que ocurrirá con el saldo exterior cuando ese consumo se recupere. “No es el único factor, ni el más importante”, terció García-Legaz, que ofreció otra explicación, más benevolente: “Se está produciendo una sustitución de importaciones por productos hechos en España”. Una explicación difícil de contrastar. Y de más complicado encaje aún con el nítido retroceso del consumo y el frenazo de las exportaciones a finales de 2012.
La recaída europea ralentiza el avance de las exportaciones españolas
El secretario de Estado justificó esa supuesta sustitución de importaciones, y el avance de las exportaciones, con la “mejora de la competitividad” de la economía española, que aumentó (medida por la evolución de los precios del comercio exterior) un 2,6% en 2012. Una mejora que achacó a la reforma laboral y su efecto depresivo sobre los costes salariales. Y no dejó pasar por alto dos puntales del sector exterior en el último año: la ampliación de la base exportadora, al elevarse en un 12% el número de empresas que venden al exterior (más de 130.000). Y la reorientación hacia mercados emergentes, con tasas de crecimiento de dos dígitos en las exportaciones a África, Asia y América Latina.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.