La deuda pública de España crece al mayor ritmo de la historia
El endeudamiento público superó los 882.000 millones al cierre de 2012 El aumento en el primer año de Rajoy es el mayor registrado nunca El pasivo toca su máximo desde 1910
El Gobierno y el Banco de España ya tienen las cifras en su poder. Y son escalofriantes. La deuda pública española batió récords en 2012. En el primer año del Gobierno de Mariano Rajoy, el volumen de pasivo —medida según los criterios europeos— se disparó hasta los 882.300 millones de euros, según fuentes oficiales. Eso supone que aumentó en un solo ejercicio en 146.000 millones. 400 millones de deuda más cada día. Nunca en la historia económica de España la deuda de las Administraciones Públicas había aumentado tanto en un solo año. El incremento de 2012 deja pequeño incluso al de 2009, el año más negro de la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero para la deuda pública. En cinco años, la deuda ha aumentado en 500.000 millones y se convierte con ello en uno de los grandes lastres para la recuperación de la economía española.
El incremento de la deuda pública en 2012 es el equivalente a más de 14 puntos del producto interior bruto (PIB). El Instituto Nacional de Estadística (INE) aún no ha publicado la cifra de PIB del pasado año, pero usando estimaciones públicas y privadas, esos 882.300 millones de deuda equivalen a entre el 83,5% y el 84% del PIB. El Gobierno había pronosticado una ratio del 79,8% en los Presupuestos Generales para 2012, que presentó el pasado julio, pero, al elaborar los de 2013, revisó la cifra al alza y llegó a temer un 85%. En términos relativos, se trata del nivel de endeudamiento más alto en más de un siglo, concretamente desde el año 1910, cuando la deuda española se situaba en el 88% del PIB, según la serie histórica publicada por el FMI. En aquel momento, España se reponía de la crisis de 1898, en que los gastos derivados de la guerra con Estados Unidos y la pérdida de las colonias llevaron la deuda por encima del 100% del PIB. “El problema de este nivel de deuda es que te somete a la tiranía de las expectativas del mercado: no solo aumenta el pago de los intereses, que se comen mucha más parte de sus presupuestos, sino que además te vuelve un país mucho más vulnerable a la evolución de los tipos de interés. Y el mercado puede pasar de considerarte solvente a insolvente de un mes para otro solo debido solo a un cambio de expectativas”, advierte desde Londres Antonio García Pascual, economista jefe para el sur de Europa de Barclays Capital, cuyo servicio de analistas pronostica un peso de la deuda en el PIB cercano al 95% en 2015.
El rescate bancario y el pago a proveedores elevan el endeudamiento
Varios factores explican el incremento récord de la deuda del pasado año. La mayor parte se debe al déficit público. Pese a los recortes y las subidas de impuestos, el Gobierno de Mariano Rajoy ha sido incapaz de reducir significativamente el desfase en las cuentas públicas. Aunque las comunidades y ayuntamientos sí lo han reducido algo más, el déficit sigue siendo la principal causa del incremento de la deuda. Pero a eso se suman, sobre todo, otros tres factores. De un lado, el rescate de España para recapitalizar la banca. El Gobierno pidió en 2012 casi 40.000 millones a sus socios europeos para inyectar en BFA-Bankia, CatalunyaBanc, NCG Banco y Banco de Valencia y para inyectar dinero en el banco malo, lo que ha provocado que diciembre de 2012 sea el mes de la historia de España en que más creció la deuda. En segundo lugar, está el plan de pago a proveedores, que ha provocado que deuda que antes no computaba (facturas sin pagar) pase a contabilizarse como deuda pública. En tercer lugar, la deuda también crece por la parte asignada a España de los préstamos para los rescates de Grecia, Portugal e Irlanda.
Aunque el gran protagonista del incremento de la deuda es el Estado central, el Banco de España no publicará las cifras con el desglose por Administraciones hasta el próximo 15 de marzo. Los pasivos en circulación del Estado superan ya el billón de euros y probablemente el 100% del PIB al cierre del año, pero hay más de 100.000 millones de deuda de unas administraciones en manos de otras (por el fondo de reserva de la Seguridad Social, el de pago a proveedores y el de rescate autonómico, principalmente). Esa circunstancia y otros ajustes rebajan la deuda medida según el protocolo de Déficit Excesivo a los citados 882.300 millones. En esa cifra no figuran los cerca de 60.000 millones de euros de deuda que tienen las empresas públicas.
Un contexto preocupante
No es la foto fija de este volumen de esa deuda lo más alarmante, sino el contexto que la sustenta —una economía con seis millones de parados que sufre su segunda recesión en cuatro años— y su ascenso meteórico: antes de la crisis, en 2008, estaba por debajo de la mitad (36,3%) y el Gobierno prevé que alcance el 90% en 2013. Para Emilio Ontiveros, presidente de Analistas Financieros Internacionales (AFI), “el principal problema es el pago de los intereses, porque es la partida de gasto más improductiva posible y se da en un país que ha tenido que recortar en otras áreas y necesita recuperar el crecimiento”.
Los pasivos brutos superan el billón de euros y rondan el 100% del PIB
España nunca había dedicado tanto dinero a pagar exclusivamente los intereses de su deuda: 38.660 millones de euros es lo que recogen para este año los Presupuestos Generales del Estado (PGE), un 33% más que lo presupuestado para el año pasado. Estos gastos financieros superan por primera vez en la historia lo que el Gobierno destina al capítulo de gastos de personal. “Cuando el PIB crece, ese nivel de deuda es digerible, pero en recesión es preocupante: si no creces, no podrás pagar tus deudas”, apunta Ontiveros, quien defiende que España debió haber solicitado el programa de compra de bonos preparado por el Banco Central Europeo (BCE) para reducir los intereses que la deuda española paga en los mercados, un mecanismo para el que antes el Gobierno debía pedir el rescate a sus socios europeos. “El corolario de todo esto es que España necesita urgentemente medidas dirigidas para reducir este gasto”, dice.
El interés medio que paga la deuda del Estado es del 4,1% con una madurez media de 6,1 años, pero este nivel de rentabilidad que exigen los inversores puede crecer por el deterioro económico. pese a la tregua que los mercados han dado a España, los intereses repuntaron por las tensiones políticas en España e Italia.
José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney, alerta de que España falla en todas las variables que sirven para estabilizar la deuda: su economía no crece, paga un alto tipo de interés y tiene déficit primario (el previo al pago de los intereses de la deuda). Si no reconduce su situación, esta “es una dinámica que acaba llevando al incumplimiento de pagos”, reflexiona.
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