Bankia dice que ya advirtió a los inversores de que lo podían perder todo
El banco justifica las pérdidas multimillonarias en su informe anual Los accionistas se quedarán casi sin participación si no vuelven a poner dinero El auditor firma las cuentas sin salvedades, pero con advertencias
Ya lo advertimos. Ese es el mensaje más sorprendente de las nuevas cuentas anuales que el Consejo de Administración de Bankia aprobó en su reunión de este viernes. La entidad se justifica y dice que el folleto informativo contenía avisos sobre los riesgos que se han materializado. Unos riesgos que ahora han hecho que el banco reformule sus cuentas, que diga que en realidad sufrió pérdidas de 2.979 millones en 2011 -cuando hace menos de tres meses dijo que había logrado 305 millones de beneficios- y que se lance a pedir para el grupo una inyección de dinero público de 19.000 millones de euros, que se suman a los 4.465 millones ya recibidos.
“Las circunstancias que han dado lugar a la modificación de las estimaciones iniciales se enmarcan dentro de factores de riesgo advertidos en el folleto informativo” de la oferta pública de acciones por medio de la cual salió a Bolsa Bankia, señala la entidad en un párrafo cuyas erratas parecen desvelar que ha sido redactado apresuradamente.
La entidad defiende que en dicho folleto se advertía de la existencia de factores de riesgo que podían afectar a los resultados, el negocio, la situación financiera y la cotización de Bankia, “lo que podría llevar a una pérdida parcial o total de la inversión realizada”, indica Bankia en su nueva memoria de las cuentas anuales.
La entidad recuerda en especial que en el folleto se advertía sobre la exposición al mercado inmobiliario español y subraya que se explicaba el riesgo de que las valoraciones a que estaban contabilizadas los inmuebles no se correspondiesen con el valor realizable “si tuviesen que venderse hoy”.
La entidad afirma que avisó de los peligros que suponía la exposición al mercado inmobiliario
Bankia también destaca ahora que ya advirtió del riesgo de crédito y de la posibilidad de que aumentase la morosidad. Y recuerda además que también advirtió del riesgo de cambios normativos, como los dos decretos aprobados por el Gobierno que le han supuesto fuertes pérdidas.
Aunque es cierto que el folleto mencionaba esos riesgos, el problema para la credibilidad de la entidad es que solo han pasado 10 meses desde que salió a Bolsa y menos de tres desde que se publicaron unas cuentas que ahora se han cambiado de arriba abajo. Eso puede provocar algunas demandas y actuaciones judiciales por parte de inversores y asociaciones de pequeños accionistas.
Los inversores no lo han perdido todo, pero las acciones cerraron el jueves a 1,57 euros, un 58% por debajo de los 3,75 euros a que se colocaron en el mercado a unos 350.000 accionistas, en una operación de algo más de 3.000 millones de euros que estuvo dirigida en un 60% a pequeños inversores. Además, la cotización, que estuvo suspendida todo el viernes, aún no ha recogido el efecto de la reformulación de las cuentas, que supone pasar de beneficios a pérdidas, ni el anuncio de una ampliación de capital de 12.000 millones.
La variación en las cuentas podría provocar demandas de inversores y de pequeños accionistas
Esa ampliación está abierta a esos mismos accionistas que acudieron a la oferta de la salida a Bolsa y conserven sus acciones. A los inversores se les plantean dos opciones: o poner más dinero en una entidad en la que han perdido la mayor parte de su inversión o ver cómo su participación se diluye drásticamente.
La matriz, Banco Financiero y de Ahorros, garantiza la suscripción de la ampliación de capital por esos 12.000 millones. Si los inversores privados, que tienen un 55% del capital, no ponen dinero nuevo, su participación se verá diluida aproximadamente al 10%, contando con los actuales precios de mercado, pero dependiendo de la evolución de la acción y de las condiciones de la ampliación su porcentaje puede acabar siendo mucho menor.
En las nuevas cuentas en que Bankia señala que ya advirtió que los inversores lo podían perder todo, el auditor también hace sus advertencias. Aunque las cuentas no presentan salvedades, esto es, Deloitte da por correcta la contabilización de las pérdidas, el auditor sí incluye tres de los llamados párrafos de énfasis.
En uno de ellos subraya que el banco ha reformulado las cuentas, en el segundo advierte sobre que el proceso de nacionalización de la matriz, Banco Financiero y de Ahorros, está en marcha y en el tercero advierte tanto de los cambios regulatorios que han afectado a la entidad como de que su matriz, Banco Financiero y de Ahorros (BFA) ha pedido al FROB 19.000 millones adicionales.
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