La vicepresidenta recibió a familiares de los rehenes españoles para prometerles apoyo
Santamaría les dijo que el Gobierno no se desentiende de los secuestrados
La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría recibió las pasadas Navidades a familiares de Enric Gonyalons y Ainhoa Fernández, los dos cooperantes secuestrados el pasado 23 de octubre en Rabuni, capital del Frente Polisario en Argelia. La reunión, que no se ha hecho pública hasta ahora, tenía el objetivo de mostrarles su apoyo en unas fechas especialmente difíciles y garantizarles que el nuevo Gobierno no se ha desentendido de la suerte de sus parientes, según fuentes gubernamentales. Estaba previsto que acudieran también familiares de Blanca Thiebaut y Montserrat Serra, las cooperantes de Médicos sin Fronteras (MSF) secuestradas el 13 de octubre en un campo de refugiados somalíes en Kenia, pero finalmente se acordó reunirse con ellos más adelante.
Hay indicios de que las dos cooperantes capturadas en Kenia están bien
La liberación de los cuatro españoles secuestrados en África es una de las herencias más delicadas que ha recibido el nuevo Gobierno. Se cree que Gonyalons y Fernández están en Malí, en poder de una escisión de Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI) que estaría utilizando el secuestro para conseguir su reconocimiento por parte de los cabecillas de la organización.
A principios de diciembre, los captores hicieron llegar al Gobierno un vídeo en el que se muestra a los tres rehenes -los dos cooperantes españoles fueron capturados junto a la italiana Rosella Urssu- rodeados de hombres armados. El peso de las gestiones para lograr su puesta en libertad recae en el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que ha pasado a depender directamente de la vicepresidenta.
Más confusa es la situación de las dos voluntarias de MSF, de cuyo secuestro se cumplieron ayer tres meses. En este caso no se ha difundido ningún vídeo, pero sí se cuenta con indicios materiales que evidencian que ambas están bien, según fuentes gubernamentales.
Un medio de comunicación local, Somalia Report, aseguró el pasado lunes que las dos cooperantes habían sido vendidas por Al Shabaab, organización vinculada a Al Qaeda, a un clan pirata por 200.000 dólares (157.000 euros). Según esta versión, las dos cooperantes habrían llegado el domingo al puerto somalí de Haradere, el mismo donde estuvo secuestrado el pesquero español Alakrana en 2009. "No tenemos ningún vínculo con Al Shabbab. Se trata solo de un negocio, porque ellos necesitan dinero y no tienen forma de negociar un rescate", dijo a Somalia Report uno de los supuestos piratas.
"No podemos confirmar ni desmentir el paradero de nuestras colegas. Estamos trabajando para clarificar el origen y veracidad de estos rumores y pedimos prudencia y discreción, pues noticias sin confirmar solo pueden complicar la situación y prolongar el sufrimiento de los familiares", dijo una portavoz de MSF. Al contrario que en el otro caso, el Gobierno ha dejado en manos de MSF -una organización con amplia experiencia en secuestros y profundo conocimiento de Somalia- la iniciativa de las gestiones para lograr la liberación de las cooperantes.
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