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Los túneles de Artxanda costarán a los vizcaínos 9.315 euros al día en 2012

Los 15.500 vehículos diarios que los utilizan suponen la mitad de lo que se previó

Los túneles de Artxanda son un pésimo negocio. Lo han sido desde el principio, en gran parte por los optimistas cálculos sobre el tránsito de coches. Los alrededor de 15.500 vehículos de media que utilizan la infraestructura cada día, según datos de 2010 facilitados por la Diputación, están muy lejos de los 35.000 que, en la fase de desarrollo del proyecto, se estimó. La obligatoriedad de pagar un peaje para un tránsito de un kilómetro -1,55 euros en horas punta y 1,15 en las valle, que se reducirán a un euro a partir del próximo enero- y la existencia de otras vías alternativas disuaden a muchos conductores.

La previsión que maneja la Diputación para 2012 es ingresar por los peajes en torno a 5,5 millones de euros, mientras que los gastos de explotación (personal, mantenimiento...) rondarán los 5 millones. Los cálculos son anteriores al reciente pacto presupuestario foral entre PNV y PP, que incluye un acuerdo para reducir, a partir de enero, las tarifas a un euro. Dado que la institución foral desconoce "el efecto real" que tendrá este nuevo precio sobre el tráfico, "se mantienen las partidas previstas". Así las cosas, la resta entre ingresos y gastos deja medio millón de euros de beneficios.

El año próximo se destinarán 3,9 millones a mejorar la seguridad

A esta cantidad habría que restar los costes financieros de la deuda y las amortizaciones de los créditos, una cantidad que es una incógnita. Cuando en octubre de 2010 rescindió el contrato de explotación con la empresa Túneles de Artxanda S.A., que, debido a las enormes pérdidas, sólo gestionó la infraestructura en ocho de los cincuenta años acordados inicialmente, la Diputación asumió la deuda viva de esta sociedad, de 61 millones, la mayor parte procedente de los préstamos del Banco Europeo de Inversiones -se le debían 37,6 millones- y la BBK -20,7 millones-. El dinero que cuesta cada año estos créditos se desconoce, ya que, tal y como indicaron fuentes forales, al recuperar la concesión los 61 millones pasaron a formar parte del conjunto de la deuda de la institución "y tienen igual tratamiento".

Lo que sí se conoce es la inversión prevista para 2012: 3,9 millones para la "modernización de los sistemas de seguridad". Si a esta cifra se le restan los 0,5 millones de beneficio previstos, el resultado son 3,4 millones de déficit. La división de esta cantidad entre los 365 días que tiene el año da como resultado 9.315 euros. Esto es lo que pagarán todos los vizcaínos cada día del año próximo por mantener abierta la infraestructura.

La sangría con la instalación no ha cesado. Túneles de Artxanda S. A., formada por Europistas (50%), BBK (20%), las constructoras Moyua y Balzola y las firmas Caslever 2000 y Mcc Inversiones, logró en 1998 la adjudicación de la concesión. En un principio, debía encargarse de pagar los 96 millones que iban a costar las obras a cambio de quedarse con el dinero de los peajes durante 50 años. Sin embargo, la empresa abonó finalmente 81 de esos 96 millones. Los 15 millones restantes salieron de las arcas públicas "por haberse establecido más medidas de seguridad de las previstas". Los túneles, por tanto, no fueron gratuitos.

La concesionaria recibió también en octubre 2010, con la rescisión del contrato, 1,4 millones de indemnización y otros 3,3 millones para "facilitar la transición" y seguir durante seis meses con la explotación y el mantenimiento del peaje -sin quedarse con el dinero-, incluido el personal, que suma 41 trabajadores. El mencionado periodo de seis meses ha finalizado, pero la empresa sigue al frente de la gestión, labor por la que recibe 300.000 euros al mes. Aunque en un principio la Diputación parecía inclinarse por contratar otra concesionaria, ahora apuesta más por un contrato de servicios bajo control público.

Imagen de las cabinas de peaje de los túneles de Artxanda, en la mañana de ayer.
Imagen de las cabinas de peaje de los túneles de Artxanda, en la mañana de ayer.SANTOS CIRILO

La gratuidad es "insostenible"

Esther Martínez, portavoz del PP, calificó de "chapucera", en el pleno de las Juntas Generales del 4 de noviembre, la gestión de los túneles. "El dinero que se recauda sólo sirve para pagar a la concesionaria. ¿A quién ha beneficiado ese acuerdo? Sólo a esa empresa. Han sido protectores de la quiebra empresarial", sostuvo la juntera popular, quien defendió con vehemencia la supresión de los peajes. "Es de sentido común. Los vizcaínos no vamos a pagar dos veces: pagar un peaje para pagar a una empresa que nos cobra ese peaje", dijo. La proposición no de norma presentada por el PP en este sentido fue rechazada con los votos en contra de PNV y Bildu. En ese mismo pleno, los peneuvistas presentaron otra proposición no de norma para rebajar los precios de las tarifas y "hacerlos así más atractivos a los conductores", iniciativa que tampoco prosperó por los votos en contra de PP, Bildu y PSE.

El reciente pacto presupuestario entre peneuvistas y populares, no obstante, ha propiciado que estos últimos reculen y acepten una rebaja de las tarifas a un euro. En el citado pleno, Nerea Ahedo, del PNV, consideró "insostenible" la gratuidad de los túneles. "Se dispararía la demanda y se produciría un colapso en el Txorierri", justificó. "Supondría también la peor opción económica. La amortización de la deuda saldría directamente de los presupuestos. Pagarían todos los vizcaínos y se beneficiaría a los usuarios de los túneles. Por otro lado, si abrimos la barrera, ¿qué pasará con los 41 puestos de trabajo?", se preguntó Aedo.

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