La Generalitat corta con los sindicatos tras una protesta en la cárcel Modelo
El bloqueo del penal dejó a los presos encerrados en sus celdas durante 17 horas
Las negociaciones de la Generalitat de Cataluña con los sindicatos de los trabajadores públicos sobre los recortes de personal entraron en una vía de retroceso. Tras dos días de timidísimos avances, ayer se dio un paso atrás. La causa fue externa a la Mesa de la Función Pública, que se reunía por tercer día consecutivo. La Generalitat suspendió las negociaciones por la protesta de unos 200 funcionarios de prisiones ante la cárcel Modelo de Barcelona, que impidió el cambio de turno de los vigilantes de noche, obligó a mantener encerrados en sus celdas a los presos durante 17 horas y causó la suspensión de una docena de juicios.
La movilización, espontánea según UGT, el sindicato mayoritario en las prisiones, provocó momentos de mucha tensión en la mesa de negociación. Fuentes oficiales calificaron la protesta de "coacción inadmisible" y se levantaron de la mesa sine die, aunque ninguna de las dos partes da por terminadas las negociaciones. Pero a nadie se le escapa que la semana que viene será complicado avanzar, por la acumulación de festivos, y que pronto llegarán las vacaciones de Navidad. Todo esto con los Presupuestos de 2012 en la cocina.
La concentración obligó a suspender 12 juicios en Barcelona
Tras dos horas de negociación que transcurrían con normalidad, los teléfonos móviles comenzaron a echar humo. La situación a las puertas de la cárcel de la calle de Entença se ponía fea: no hubo relevo de turno y, por seguridad, la dirección decidió que nadie saliera de sus celdas. A algunos sindicalistas, la protesta en la Modelo incluso les pilló por sorpresa. Tras llamadas intentando convencer a los compañeros para que depusieran su actitud, los representantes de la Generalitat se marcharon. Así no negociaban.
"Jamás tendría que haber ocurrido esto. Se han cruzado todas las líneas", razonó por la tarde el director general de Prisiones, Ramon Parés, cuando la normalidad ya había vuelto al penal. La "gravísima" acción hizo que nadie pudiera entrar ni salir de la Modelo hasta que, pasadas las 13.30, los Mossos d'Esquadra disolvieron la protesta con una durísima carga.
Fue una jornada insólita en la Modelo. Para todos. Los funcionarios del turno de noche -una quincena- tuvieron que hacer doble jornada porque no pudieron salir. Tampoco entraron sus 175 compañeros del turno de mañana. La escasez de personal hizo que los 1.781 presos -la mayoría, preventivos- permanecieran encerrados en sus celdas. Allí desayunaron y comieron. Ayer era día de visitas familiares en la Modelo. La mayoría las perdieron.
Algunos de los presos golpearon las puertas y quemaron papeles que arrojaron por las ventanas. "Hemos estado en una situación límite", lamentó Parés. La protesta tuvo otras consecuencias graves. Un total de 42 presos debían presentarse ayer en los juzgados de Barcelona por distintas razones. No pudieron hacerlo, de modo que tuvieron que suspenderse 12 juicios y 28 ruedas de reconocimiento.
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