El PP dio por derogado el Plan Centro de Sevilla desde que llegó al gobierno

El PP dio por derogado el Plan Centro de Sevilla desde el día que llegó al poder, el pasado 11 de junio. El dispositivo de tráfico que limitaba el acceso al casco histórico no se derogó hasta un mes y medio después (el 29 de julio), pero los populares no hicieron nada por saber si funcionaba. El actual delegado de Movilidad, Demetrio Cabello, lo dijo ayer con franqueza y sin tapujos ante la comisión que investiga el plan. "Antes del pleno (del 29 de julio) el plan ya estaba derogado", sostuvo Cabello.

Cabello recordó que el PP llevaba en su programa electoral la eliminación del plan y que esa fue "la orden política" que él recibió cuando accedió al cargo como delegado no electo. Cabello fue informado días después de que el sistema no tramitaba sanciones desde el 29 de marzo, pero dado que el plan se iba a derogar no se preocupó más sobre el asunto. "Yo di por finiquitado el tema", señaló.

Los argumentos de Cabello tienen toda la lógica. El problema es que el PP ha querido dejar tan en evidencia al anterior gobierno señalando que no multaba desde marzo y que no advirtieron de ello a los ciudadanos, que ha acabado haciéndose corresponsable de esa supuesta irregularidad. "Mientras una ordenanza no se derogue, es de obligado cumplimiento", aseguró ayer el predecesor de Cabello en el cargo, Francisco Fernández (PSOE).

El actual responsable de Movilidad se desmarcó también del uso que los populares le han dado al informe del funcionario Enrique Gutiérrez, que desgranaba supuestas disfunciones en el plan. "Los informes no me han coartado para hacer el decreto de derogación. Yo estoy completamente al margen de estas historias porque no me interesan", dijo. La cuestión es que el PP consideró ese informe como la verdad absoluta. "Les he convocado aquí para conocer la verdad sobre el Plan Centro", dijo el portavoz del gobierno, Francisco Pérez (PP), el día que presentó el documento. Y tomando ese escrito como única fuente, ha venido repitiendo desde julio que el plan de tráfico era "un auténtico fraude". Pero lo que está revelando la comisión es que la gran mentira sobre el Plan Centro ha sido ese informe (impreciso y poco riguroso) que el PP jaleó porque concluía que el plan funcionaba peor de lo que ellos pensaban.

La comisión está sirviendo también para demostrar que el dispositivo de tráfico era un engranaje complejo en el que un problema coyuntural (de falta de personal) impide sancionar las infracciones detectadas desde el 29 de marzo. Porque las infracciones se siguieron detectando, lo que faltaba era contrastar las listas de personas autorizadas para acceder al centro, por lo que no se podía multar. ¿Sin multas deja de tener sentido el plan? El portavoz del PP y presidente de la comisión no tiene dudas de que sí. "¿Por qué no usamos entonces cámaras de plástico?", llegó a preguntar ayer.

Los funcionarios y los responsables políticos del anterior gobierno opinan lo contrario. "Las cámaras no nacen como un elemento sancionador. Nadie aplica o deja de aplicar una ordenanza en función del número de sanciones que se ponen, sino de que cumpla sus objetivos. Y en este caso, los medidores que teníamos de acceso al centro, nos indicaban que así era", dijo el exdirector de Movilidad, Rubén García.

El exdelegado Francisco Fernández fue más allá al dar su versión sobre el relato de los hechos y sus consecuencias para el actual gobierno. "Conozco que el PP tenía en su programa eliminar el plan. Y a mi juicio eso hubiera sido suficiente, no tenía que haber encargado ningún informe para legitimarlo". "No hacía falta encargar un informe a medida con el objetivo de justificar técnicamente una decisión de carácter político. Creo que ese ha sido el gran error del gobierno actual", apuntó el exdelegado, que por momentos acorraló al portavoz del PP como si se hubieran intercambiado los papeles.

Volvió a salir a relucir ayer el asunto de la profesionalidad cuestionada de los funcionarios municipales. Porque el PP divulgó el informe para dañar la imagen de un gobierno que ya no existía, lo que no calculó es que también estaba atacando la de los funcionarios y la empresa adjudicataria del servicio. Unos y otros le han pedido que restaure su honor y Fernández exigió ayer que lo haga el alcalde, Juan Ignacio Zoido.

El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, se pronunció ayer sobre el discurrir de la comisión y acusó a Zoido de "mentir" a los sevillanos. "Se han dicho muchas cosas, como que no funcionaban las cámaras, que se han demostrado falsas", advirtió Griñán. El alcalde, por su parte, declinó opinar sobre el tema hasta que se conozcan las conclusiones de la comisión.