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El Ayuntamiento de Benidorm camina hacia la quiebra

La deuda actual, 145 millones, iguala los ingresos de la ciudad en dos años

La capital turística valenciana lleva 20 años sumida en dificultades económicas. Eduardo Zaplana alcanzó el poder en 1991 lamentando los miles de millones de pesetas que dejó por pagar su predecesor, Manuel Catalán Chana, tras la construcción del Parc de L'Aigüera que diseñó Ricardo Bofill. El exministro incrementó la deuda hasta límites insostenibles por la gran cantidad de recursos públicos que destinó a la promoción personal para impulsar su carrera política. Y los millonarios sobrecostes de las grandes obras que licitó Vicente Pérez Devesa hicieron el resto.

Pero hoy la deuda de Benidorm está desbocada, a pesar de que sus cuentas están sometidas a un plan de saneamiento aprobado por unanimidad a finales de julio de 2009, apenas dos meses antes de la moción de censura que descabalgó al PP del poder. La situación es la siguiente: la ciudad finalizará 2011, según la edil de Hacienda, Natalia Guijarro, del PSPV, con una deuda reconocida (certificada por el departamento de Intervención) de 145 millones de euros, pero los servicios prestados y todavía no facturados hasta entonces, asegura el PP, la habrán elevado hasta los 170 millones. De hecho, esta semana todavía se reconocerán facturas de FCC, una de las empresas concesionarias, del mes de julio. Y todo ello sin contar que esa y otras contratistas ya le han reclamado al Consistorio la aplicación de la Ley contra la morosidad, que obligaba a las Administraciones a pagar a los 55 días hasta finales de 2010, a los 50 días este año y en un plazo de 40 días a partir del 1 de enero de 2012, lo que abocará a la ciudad abonar intereses por las deudas vencidas.

La mitad de la deuda municipal es con los bancos, 74 millones en total
Sólo el turismo, ajeno a la gestión política, funciona bien en la ciudad

Benidorm debe prácticamente lo que la ciudad es capaz de ingresar en dos años, ya que el alcalde, Agustín Navarro, ha anunciado que el presupuesto de 2012 "en ningún caso rebasará los 90 millones". Además, hay pendientes de dilucidar en el juzgado reclamaciones por un importe superior a los 60 millones.

El piélago de deudas e impagos afecta a las concesionarias, que se escudan en que no cobran del Ayuntamiento para no pagar a sus empleados, en algunos casos desde hace cuatro meses. Es el caso de los socorristas de Rojuser y los trabajadores sociales de Aser, que se han manifestado en la plaza del Ayuntamiento para reclamar sus nóminas. La deuda con seis concesionarias supera los 50 millones (45 ya reconocidos) y Guijarro ha advertido de que no podrá pagarles, aunque garantiza el pago de las nóminas de los funcionarios y los vencimientos de la deuda con 10 entidades bancarias, que asciende a 74 millones. La edil ha tenido que hacer frente a las amenazas de Iberdrola de dejar la ciudad sin luz.

A pesar del volumen de la deuda y la crítica situación económica municipal, el equipo de Gobierno, los partidos de la oposición y hasta el empresariado local parecen vivir en una realidad paralela, la que les lleva a preocuparse por la revisión del plan general, la llegada del AVE y otras propuestas estrella, algunas de ellas disparatadas, como vender el Centro Cultural en construcción a El Corte Inglés. Todo ello en una ciudad que ni siquiera ha sido capaz de dotarse de una red de banda ancha o de acometer el gas ciudad de sus calles y que, milagrosamente, registró el pasado octubre las mejores cifras de ocupación en ese mes de la última década. Y es que en Benidorm, el negocio turístico va bien y funciona solo, ajeno a la gestión política.

Agustín Navarro, adelantó que "en 2012 nos tendremos que limitar a mantener la ciudad" estableciendo un plan de pagos de la deuda, a la espera del desarrollo de un polígono industrial que lleva aparejado un centro comercial y que está años atascado, ahora, además, en el juzgado. Las medidas de mayor calado, como regularizar los retranqueos ilegales para que paguen impuestos los negocios que han ocupado ilegalmente ese suelo o revisar los contratos con las concesionarias para adaptarlos a la nueva realidad, llevan meses anunciándolas, mientras el presupuesto de Benidorm para inversiones ha sido de cero euros en 2011 y así seguirá en 2012.

Su defensa se basa en que al llegar hace 22 meses se encontraron con 130 millones de deuda. Navarro dice que el PP dejó el Ayuntamiento "prácticamente en quiebra y, además, ha ensuciado la deuda" con los 29 millones que pidió prestados para acometer el plan de saneamiento que él votó y que propició que se pudieran pagar débitos con proveedores y aplazar esa deuda al medio plazo de seis años.

Navarro se llegó a preguntar: "¿Por qué en Benidorm se cobraba más de multas de tráfico que de infracciones urbanísticas?" Los populares responden acusando al PSPV de haber generado solo en 2010 un desfase de 5,5 millones en gasto corriente y de personal. Y en ese juego se ha colado el CDL de Gema Amor. La concejal liberal aboga por acabar con la política de personal de Navarro, "que consiste en emplear a amigos y familiares".

La edil de Hacienda concluye que ahora mismo la única forma de remontar el vuelo es que el Gobierno les permita refinanciar y trasladar toda la deuda bancaria al largo plazo.

Una hacienda local asfixiada

- Presupuesto: El presupuesto de Benidorm en 2010 fue de 105 millones. La cifra para este ejercicio es de 98; en 2012, bajará a los 85. Sólo la nómina de sus 1.100 trabajadores asciende a 33 millones.

- Deuda: La deuda reconocida es de 145 millones, que el PP eleva hasta 170 por los servicios prestados y todavía no facturados y los intereses de demora.

- Préstamos: Benidorm debe a 10 bancos 74 millones de los 99 que les alcanzó a deber en 2009.

- Concesionarias: Las empresas concesionarias tienen pendiente de cobrar más de 50 millones, la mayor parte (30 millones según el Gobierno, 45, para la oposición) es con FCC, la adjudicataria de la basura y limpieza de los edificios públicos.

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