"Es imposible no estar furioso con Europa"
"Estoy indignado y furioso contra el sistema político griego y lleno de rabia. Es imposible no estar enfurecido con Europa", afirma el escritor griego (aunque nacido en Estambul en 1937). Queda patente en Con el agua al cuello (Tusquets), quizá su novela negra más política. A sus páginas, llenas de su inconfundible estilo de maestro de la novela negra europea, ha trasladado la rabia que embarga a sus compatriotas ante las noticias económicas. Y lo ha hecho sin perder un ápice de su característico humor.
En esta nueva entrega, la crisis se ceba en el comisario Kostas Jaritos, su inolvidable personaje. Le han rebajado el sueldo, como a todos sus colegas funcionarios, y además debe pagar los plazos del Seat Ibiza con el que ha sustituido su viejo Mirafiori. Adrianí, su esposa, que hace milagros con la cesta de la compra, dice en la ficción: "Nos hundimos sin remedio". "Es así", explica el escritor en la realidad. "Los griegos han perdido el control de su sistema político, están secuestrados por un sistema al que no se pueden enfrentar y no pueden cambiar. Están en estado de choque y en la más absoluta desesperación. El camino que tienen que recorrer es larguísimo, un camino pavimentado con 30 años de terribles mentiras. Y lo que más me indigna es que aún ahora nos dicen mentiras o medias verdades".
"De los problemas ha nacido una solidaridad entre los países del sur"
"Aprendí de Vázquez Montalbán a meter la política en la novela negra"
El punto de partida es inconfundiblemente Márkaris; Jaritos se enfrenta a un caso muy complicado. Primero decapitan con una espada a un banquero jubilado; luego a otro aún en activo y que es especialista en hedge funds; después, a un alto cargo de una agencia internacional de calificación, y por último a un empresario que persigue y acosa a morosos. "Hice una investigación antes de seleccionar a estos personajes. Todos representan este sistema financiero enfermo. Los cuatro son habitantes últimamente de las pesadillas de los griegos".
Para mayor preocupación de Jaritos, Atenas aparece empapelada con carteles en los que se recomienda no pagar lo que se debe a los bancos. No será la única preocupante acción del guerrillero antibancos, que vuelve a atacar, esta vez con una inundación de pegatinas con mensajes subversivos: "Los bancos han recibido 25.000 millones más. Ese dinero sale de vuestros impuestos. ¡No volváis a pagar de vuestros bolsillos!".
El característico y endiablado tráfico de Atenas se torna aún más infernal a causa de las manifestaciones, marchas y protestas. Todo sucede en el sofocante verano de 2010. Jaritos y su familia siguen la final del Mundial de fútbol y están apasionadamente a favor de España. "Ha nacido una especie de solidaridad entre los países del sur de Europa, entre los que más problemas tenemos", explica el escritor en Barcelona. "Turistas españoles viajan a Grecia y la gente les para en la calle para hablar de lo que está pasando. Por eso mi comisario compra un coche español. Los sufridores del sur deben unirse frente a los malvados centroeuropeos".
La mitad de la población griega vive (o vivía) de créditos, dice Márkaris en su novela. Créditos hipotecarios, para el consumo o para las vacaciones. "Es un sistema que funciona a base de dinero virtual, éramos ricos porque teníamos dinero virtual, pero ese dinero nunca existió y así hemos llegado a los servicios sociales colapsados y al borde de la bancarrota. Un día nos fuimos a dormir con un sueño y nos despertamos en una pesadilla". En Con el agua al cuello, Márkaris transmite el sufrimiento y el desconcierto de los griegos. Adrianí sufre una depresión porque presencia el suicidio de su vecino de enfrente. "El índice de suicidios en Grecia se ha incrementado un 25%, una cifra exorbitante para un país que apenas tenía suicidios".
Petros Márkaris recibirá el VII Premio Pepe Carvalho, durante la semana BCNegra, en Barcelona. "Estoy orgulloso y muy emocionado. No conocí a Manuel Vázquez Montalbán, pero he aprendido mucho de sus novelas. He aprendido, por ejemplo, a introducir la política en una novela negra". Con el agua al cuello es buena prueba de que Márkaris es un alumno aventajado.
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