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El Cuco: "Si quiere saber dónde está Marta pregunte a Miguel Carcaño"

El testigo, condenado como encubridor, rechaza ahora su autoinculpación

Mentiras sobre mentiras. Los acusados del crimen de Marta del Castillo han sepultado su cuerpo y la verdad bajo un oscuro manto de mentiras. En primer lugar, engañaron cuanto pudieron a la policía, a continuación dieron múltiples versiones al juez instructor y desde la semana pasada han ofrecido al tribunal que les juzga relatos exculpatorios y episodios de amnesia. Ayer en el juicio Javier García, El Cuco, continuó la senda marcada: "Me inventé todos los detalles de esa declaración", dijo sobre una comparecencia policial en la que hace dos años relató su colaboración para arrojar el cuerpo de la menor al río Guadalquivir.

El Cuco declaró ayer como testigo después de haber sido condenado como encubridor y absuelto de asesinato y violación en un proceso que le enjuició en paralelo como menor de edad, ya que tenía 15 años cuando murió Marta. García acudió a la Audiencia de Sevilla con el pelo teñido muy largo y un pañuelo azul al cuello. Durante el interrogatorio del fiscal y las partes, mantuvo una actitud desdeñosa y por momentos chulesca. El tribunal le pidió que replicara con educación. Su colaboración para desvelar la verdad fue mínima y sus aclaraciones sobre el día del crimen, oscuras.

Al igual que los otros implicados, no dio pistas sobre el paradero del cadáver de la joven: "Si supiera dónde está el cuerpo de Marta lo habría dicho hace tiempo. Pregúnteselo a él [en referencia al principal acusado, Miguel Carcaño]", espetó al letrado de la familia.

Sobre su primera versión autoinculpatoria, El Cuco alegó que entonces mintió por las presiones policiales y para proteger a su familia. "Temía que le hicieran algo a mi familia y detuvieran a mi madre (...) En caliente se suelen decir muchas cosas", se justificó. Ante la policía, El Cuco había detallado cómo Carcaño, tras matar a Marta, le avisó y junto al también acusado Samuel Benítez acudió en coche a la escena del crimen. Allí vio "un bulto" embalado en el salón de la casa, donde el hermano de Carcaño, Javier Delgado, le amenazó supuestamente para que no revelara el crimen. Finalmente, los tres amigos se dirigieron a un puente del río Guadalquivir para arrojar el cuerpo.

Ayer el abogado de la acusación particular le preguntó si recordaba haber estado debajo de la mesa del cuarto de Miguel Carcaño, principal acusado del crimen, donde aparecieron muestras de su perfil genético en el suelo mezclado con el de Marta. Su respuesta fue turbia: "Sí, para dormir tumbado, casi entero, en posición fetal", respondió resuelto.

Una testigo llamada Cristina incrementó las dudas sobre la veracidad del relato de El Cuco. Días después del crimen telefoneó al joven y le preguntó si había llamado a Marta. "¿Para qué si ella su móvil no lo tiene?", le respondió este. La chica contó ayer al tribunal que en un principio no dio importancia a la respuesta, pero tras la detención de García recordó la reveladora conversación.

"¿Le guarda rencor a Miguel?", inquirió el abogado de Delgado. "Lo justo", replicó García. "Me ha hecho mucho daño (...) Se me ha pasado por la cabeza vengarme, pero no es cuestión de igualar niveles", añadió sobre el que fue su íntimo amigo, que tampoco aclaró múltiples incógnitas sobre el crimen ni aportó luz sobre el paradero del cadáver en su comparecencia como imputado.

Ante las incongruencias y respuestas esquivas de El Cuco, el fiscal apretó y resaltó las contradicciones en las que ha incurrido en sus diferentes relatos. Fue el interrogatorio más comprometedor del fiscal y las partes desde que comenzó el juicio. Sorprendentemente, las preguntas a los imputados han sido en general muy tibias.

Antes de García, otro testigo sembró de más dudas el relato del día del crimen que las partes dan por bueno, ya de por sí turbio. Ángel Jesús R. B. dijo que esa tarde charló con Marta en el barrio de Triana durante cinco minutos. Pero concretó que a Marta no le acompañaba Carcaño con su moto, sino El Cuco. Un giro inesperado en el relato de hechos.

Tras finalizar la quinta sesión del juicio, decenas de personas se abalanzaron sobre los vehículos policiales que protegían a El Cuco a su salida entre continuos golpes y gritos de "asesino".

Javier García, <i>El Cuco,</i> ayer, en la Audiencia de Sevilla.
Javier García, El Cuco, ayer, en la Audiencia de Sevilla.ALEJANDRO RUESGA

El Cuco se desdice

El testigo Javier García, El Cuco, condenado como encubridor, acusó ayer a Miguel Carcaño de conocer el paradero del cuerpo de Marta. Ante la policía admitió haber participado para tirar el cadáver al río, pero ayer negó su implicación.

- "Si supiera dónde está el cuerpo de Marta lo habría dicho hace tiempo. Pregúnteselo a él [en referencia al principal acusado Miguel Carcaño]".

- "Me inventé todos los detalles de esa declaración", dijo sobre su autoinculpación.

- "Se me ha pasado por la cabeza vengarme de Miguel, pero no es cuestión de igualar niveles".

- "Temía que le hicieran algo a mi familia y detuvieran a mi madre (...) En caliente se dicen muchas cosas".

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