El PNV fija en 2015 la fecha para que Euskadi alcance "un nuevo estatus político"

El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, lo remarcó cuando ETA declaró hace unos días el cese definitivo de su actividad armada. "No está todo hecho", dijo entonces en referencia al proyecto soberanista de su formación. Pues bien, ayer fue un poco más lejos al fijar para 2015, al término de la próxima legislatura en Madrid, el refrendo en las Cortes Generales de "un nuevo estatus político" para Euskadi que supere el actual.

"Una vez recuperada la pluralidad política, desaparecida para siempre la violencia, el siguiente mandato parlamentario debe dar paso a la articulación de un consenso de amplia base que actualice la voluntad política y el derecho del pueblo vasco", proclamó en un acto del PNV en las Juntas Generales de Gernika con motivo del aniversario del Estatuto de Autonomía.

Urkullu citó en Gernika a Croacia y Estonia como los ejemplos a seguir

El líder nacionalista detalló a continuación que ese acuerdo deberá estar "sustentado en el diálogo, dar pie a una nueva formulación jurídico-política y respetar los derechos de la mayoría y de la minoría". "Un acuerdo con fórmulas de bilateralidad, que preserve la convivencia de identidades y realidades nacionales distintas. Un acuerdo constituyente para la nueva Euskadi en paz y libertad. Nuestro proyecto es Euskadi, nación europea", agregó. Como ejemplos a seguir, el dirigente puso los casos de Croacia y Estonia, mientras que Flandes y Escocia estarían reclamando, al igual que Euskadi, "que se les abra el camino".

"Éste es nuestro compromiso", arengó Urkullu a los presentes, antes de recordar que en 1839, también un 25 de octubre, se abolieron los Fueros, la lege zarra vasca. "En 2015 refrendaremos la lege berria", vaticinó.

El mandatario calificó al actual Estatuto, aprobado en referéndum en 1979, como "el inicio de un proyecto institucional común, un punto de partida, un paso en la construcción de la nación vasca, una apuesta, una escala en el viaje a la libertad".

Este marco jurídico, consideró, "ha sido violentado e ignorado por los gobiernos que se han sucedido en España". Por esto mismo, y tras recordar que habían sido necesarios 30 años para que todas las competencias fueran transferidas, Urkullu calificó la experiencia del desarrollo estatutario como "mala".

En este punto, el dirigente criticó al actual Gobierno vasco, al que acusó de haberse quedado "de brazos cruzados, quieto y callado" ante "el secuestro" de las 18 últimas competencias.

Así las cosas, Urkullu recalcó que el proyecto de su partido es que Euskadi "continúe creciendo institucionalmente" y tenga "menos dependencia" a la hora de tomar decisiones. "El encaje del pueblo vasco en los Estados francés y español, así como el nuevo proyecto europeo, sigue pendiente de resolución. Ahora nos corresponde encontrar su acomodo sin el obstáculo de la violencia", dijo. Tras el cese de la actividad armada por parte de ETA, el líder nacionalista opinó que "ya no hay excusas que nos impidan llegar a un nuevo estatus político".