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Murcia pide cerrar el vertedero del cabecilla del 'caso Brugal'

El Gobierno autonómico constata vertidos en zonas sin autorización en Abanilla

El vertedero de residuos propiedad de Ángel Fenoll, el empresario que dio origen al caso Brugal y está imputado en varias piezas separadas de la investigación, ocupa una parte de los términos municipales de la pedanía La Murada de Orihuela y de la localidad murciana de Abanilla y está en el punto de mira del Gobierno murciano. Debería "cesar la actividad" por la cantidad de irregularidades que se han detectado en la finca donde se ubica, según un informe técnico del Servicio de Vigilancia e Inspección Ambiental de la Dirección General de Medio Ambiente de la Consejería de Presidencia de Murcia.

Un informe del 21 de enero de este año asegura que "Proambiente, SL, ha ejecutado zonas de vertido que exceden en extensión la inicialmente autorizada y también existen otras que se encuentran sin autorización, y que están entre la comunidad autónoma de la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana, ocupando territorio de las dos comunidades". Y luego confirma que también hay otras zonas dentro de territorio valenciano "que pudieran ser zonas de vertido de residuos, aunque este extremo debe ser verificado por la Administración valenciana", a la que le fue remitido este mismo informe. El vertedero está siendo investigado por un juez de Cieza (Murcia) por un presunto delito contra el medio ambiente y ocupa 30 hectáreas en una zona protegida como Lugar de Interés Comunitario (LIC) de la sierra de Abanilla.

El informe indica que la planta ha aumentado la extensión aprobada

Ese primer informe concluyó la necesidad de realizar sondeos con extracción de muestras y ensayos de tomografía eléctrica para comprobar la existencia de residuos enterrados y su extensión, que se llevaron a cabo el pasado mes de mayo durante seis días con la colaboración del Seprona.

De la práctica de estas pruebas se derivó otro demoledor documento redactado el pasado mes de julio, el cual confirma que con una licencia de obra menor del Consistorio murciano de Abanilla, la mercantil Proambiente, SL, propiedad de Fenoll, inició la extracción de zahorras y arcillas para construir un nuevo vaso de vertido, el número 5, que debió someterse a evaluación ambiental y autorización ambiental integrada, y que habían aparecido nuevas elevaciones del terreno sobre vasos ya clausurados. Según las conclusiones, dentro de las instalaciones legalmente solo hay un vaso activo que fue autorizado para una capacidad máxima de 140.800 toneladas en una superficie de 17.603 metros cuadrados. Pero realmente ocupa 39.000 metros cuadrados, más del doble de lo estipulado en los informes y autorizaciones ambientales, y no se sabe la cantidad de basura que ya ha acogido y si tiene capacidad para seguir recibiendo.

Además, la empresa de Fenoll ejecutó dos vasos más de vertido donde depositó 43.200 y 50.400 toneladas, respectivamente, sin tratamiento previo, "directamente sobre el suelo natural resultante de la excavación previa", incumpliendo las condiciones sobre impermeabilización mínima y recogida y gestión de lixiviados, lo que "puede causar efectos de contaminación sobre el suelo y las aguas subterráneas que pueden ser graves", según el inspector ambiental. Otras 13.500 y 10.800 toneladas fueron depositadas en sendos vasos ya sellados "directamente sobre la capa de impermeabilización del vaso inicial formando parte de este".

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El informe ha sido enviado al Juzgado de Instrucción número 4 de Cieza como parte de la investigación que sigue tras una denuncia por delito medioambiental.

Una planta con historial polémico

El cabecilla del caso Brugal, el industrial afín al PP Ángel Fenoll, eligió a principios de los noventa un punto estratégico, y a la vez polémico, para ubicar la base de su negocio, una planta de recogida y tratamiento de basuras. Fenoll optó por un enclave situado justo en el límite de las provincias de Alicante y Murcia, en la frontera entre la pedanía oriolana de La Murada y el municipio murciano de Abanilla. Tan en el límite de ambas provincias se emplaza la planta que los topógrafos no han llegado a delimitar con precisión a qué provincia pertenece.

El industrial siempre ha mantenido que el vertedero está en Murcia y que cuenta con los permisos pertinentes expedidos por el Gobierno de la Región de Murcia. Desde Orihuela se mantiene la tesis contraria y se asegura que la instalación (en concreto los accesos, la zona de aparcamiento de camiones, uno de los vasos de almacenamiento de basura y un zoológico) invade parte del término de este municipio.

Por tanto, para el Consistorio oriolano la planta es ilegal y en repetidas ocasiones ha solicitado al Consell su clausura.

La planta de basura de Fenoll en Abanilla también ha sido objeto de otras polémicas. Una de ellas ha sido la incesante batalla de los vecinos de la Murada demandando su cierre por negativa repercusión en la salud pública, un problema derivado de los humos y gases procedentes del tratamiento de los residuos a escasos metros de las viviendas.

La tercera polémica que ha generado la instalación está vinculada al ámbito laboral. En mayo de 2005 se registró un accidente laboral que costó la vida a un operario. Una semana más tarde, se produjo un incendio que arrasó parte de la instalación donde el operario perdió la vida. Por estos hechos, la Inspección de Trabajo abrió un expediente sancionador con una propuesta de multa de 120.000 euros al propietario de la planta, o sea Fenoll.

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