El fotógrafo del color
El IVAM dedica una retrospectiva del prolífico Franco Fontana
El IVAM acoge desde ayer una exposición retrospectiva del fotógrafo Franco Fontana (Módena, 1933), mago del color, conocido por sus series sobre paisajes asombrosos y solitarios entornos urbanos, conectadas por una duradera disciplina geométrica.
La exposición recorre la obra del autor desde principios de los años sesenta, cuando su objetivo se centraba en el entorno italiano, con instantáneas de lugares poco frecuentados y ricos en ángulos rectos de Lombardía, Venecia, Florencia o Módena. Imágenes de las arquitecturas urbanas y rurales que convivían en la Praga de finales de esa misma década. Para entrar a continuación en la década de los años setenta, marcada por la producción paisajística que ya no ha abandonado: campos extraordinariamente amarillos de Puglia; reductos de flores en la región meridional de Basilicata; naranjas fulgurantes en el Mar del Norte; láminas de azules en el mediterráneo; dunas de arena blanca en Nuevo México, y montañas de arena roja en Erfud, el desierto del sur de Marruecos.
"Pienso que la fotografía no es el estudio de una realidad positiva, sino la búsqueda de una verdad ideal llena de sugestión, misterio y fantasía", afirma el propio Fontana en una cita que figura en el catálogo de la exposición La luz del paisaje (abierta hasta el 6 de noviembre en la sala de la Muralla del IVAM): "Fotografiar es poseer, es un acto de conocimiento y de posesión profunda. La fotografía no debe reproducir lo visible, sino que debe hacer visible lo invisible".
Fontana, que ha combinado la creación de arte con la utilización comercial del mismo (sus imágenes han servido para ilustrar portadas de discos; campañas de Volkswagen y de Piaggio, calendarios de Firestone o carteles de Versace), es autor de una larga colección de desnudos (especialmente femeninos) que, sin embargo, no forman parte de la exposición.
Sí lo hacen las series urbanas que, salvo alguna excepción (como Marraquech) y una pequeña selección sobre Valencia (fotografías de este mismo año que no parecen estar a la altura del conjunto), recogen instantes de soledad, a veces en calles llenas de gente, a veces dando el protagonismo a las sombras que proyectan los individuos, en Nueva York, Los Ángeles o Houston.
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