La democracia interna en IU
Se ha hablado mucho estos días sobre el proceso de democracia interna en IU-Extremadura. Es una extraña forma de democracia aquella en la que únicamente se permite elegir una de entre dos respuestas, previa y cuidadosamente seleccionadas por los dirigentes regionales: abstención o apoyo a la lista del PSOE. Cada una de estas dos opciones, las únicas permitidas en la consulta, darían el Gobierno de Extremadura al PP o al PSOE, respectivamente, otorgando a IU en cualquier caso el poder absoluto de determinar mayorías en el Parlamento regional durante cuatro años.
Pero cabía una tercera opción: el voto negativo a las dos candidaturas, de PP y PSOE. Esta opción no fue sometida al voto de las bases, y fue así hurtada del proceso democrático, que queda por lo tanto inmediatamente desacreditado como tal. Si los tres diputados de IU votan no a las dos listas posibles, la única solución sería la repetición de las elecciones.
¿Por qué no se permitió a las bases de IU-Extremadura pronunciarse sobre esta tercera opción? ¿Tal vez porque, visto el panorama poselectoral, es muy posible que IU quedase fuera del Parlamento extremeño, y por tanto privada de poder alguno, en una segunda vuelta?