Eibar, el "orgullo" republicano

Eibar vive "con orgullo" el hecho de ser el primer Ayuntamiento de España en proclamar la II República en 1931. Hoy se cumplen 80 años de aquel acontecimiento histórico. No se sabe a ciencia cierta si ocurrió por un error de comprensión, por la rapidez con que unos transportistas de pescado llevaron la noticia a Eibar o por la valentía y las ganas que tenían sus habitantes de recuperar la democracia. Son muy pocos los testigos de aquel día que tenían conciencia de la trascendencia de los hechos que siguen con vida. Ocho décadas después, el Ayuntamiento de la ciudad quiere realzar el valor que mostraron aquellas personas, para lo cual ha organizado -lo hace cada cinco años- conferencias, exposiciones y actividades culturales a lo largo de este mes.

"Fue como entrar en otro mundo", afirma Rosario Arosa, de 89 años

El alcalde de Eibar, el socialista Miguel de los Toyos, lleva "en la sangre" los hechos del 14 de abril de 1931. Su tío abuelo, Juan de los Toyos, que fue teniente de alcalde aquella época y después consejero del gobierno en el exilio de José Antonio Aguirre, fue una pieza clave en el adelanto de la proclamación republicana. Según su versión, todo se precipitó cuando un emisario le comunicó a De los Toyos "se está preparando la república" y este entendió "se está proclamando la república". Cuenta el regidor que este error fonético pudo llevar a preparar, horas antes que el resto de ciudades españolas, la constitución del nuevo modelo de Estado.

También se cree, según el testimonio de Toribio Echevarría, un insigne del municipio y creador de la cooperativa Alfa, que fueron unos camioneros que transportaban pescado desde San Sebastián a Madrid, Barcelona y Bilbao quienes transmitieron a los socialistas Juan de los Toyos y Enrique de Francisco la inminente proclamación de la república en todo el país.

El historiador local Jesús Gutiérrez considera que existe otra versión "más documentada", aportada por el dirigente socialista Indalecio Prieto, según la cual enviaron de madrugada como emisario al dirigente de Acción Republicana Joaquín Berasaluce para comunicar a los compañeros de Eibar la necesidad de acelerar los acontecimientos.

Dos días antes, en las elecciones municipales, la opción republicano-socialista ganó en Eibar de forma palmaria, obteniendo 18 de los 19 ediles. "Era la oportunidad de poner fin a siete años de la dictadura de Primo de Rivera, que tuvo la connivencia del rey Alfonso XIII", relata Gutiérrez. Eibar, que contaba con 13.000 habitantes, tenía una tradición industrial armera, muy influenciada del socialismo vizcaíno del XIX.

Aquella madrugada, a las 5.00 se llamó de urgencia a todos los concejales, salvo al del PNV, para proclamar la república. Para entonces "todo el pueblo estaba en pie", reunido en la plaza de Unzaga, asegura Gutiérrez. Se cree que hacia las 6.00 se izó la bandera tricolor en la balconada consistorial. El historiador dice que su madre, Rosario Arosa, de 89 años, recuerda aquellos instantes "con una alegría especial", puesto que significaba "entrar en un mundo nuevo" en el que "el pueblo era el protagonista de sus decisiones".

Hubo momentos de angustia hasta que otras ciudades, como Barcelona (a las 12.00), Madrid (13.00) o Bilbao y San Sebastián (17.00), sucedieron a Eibar. Hacia esa hora, se habilitó una gran escalera para que un bombero retirara de la fachada del Ayuntamiento la placa Alfonso XIII que daba nombre a la plaza por un cartón con la inscripción Plaza de la II República.

En "homenaje de justicia y tributo de reconocimiento", el presidente del Gobierno provisional de la República, Niceto Alcalá-Zamora, concedió a Eibar el título de "muy ejemplar ciudad", una distinción que retiró el franquismo, pero recuperada con la restauración de la democracia actual. Como dijo Indalecio Prieto, ministro de Hacienda, al referirse a los eibarreses, "vuestro ejemplo impulsó a los timoratos, empujó a los vacilantes. Disteis ejemplo de patriotismo como tantas veces lo habíais dado antes de actividades sociales y políticas...".

De los Toyos considera que en Eibar "ha calado el sentimiento republicano", no como un intento de cambiar de régimen, sino por "los valores a favor de la igualdad social que trajo consigo e impulsó la república del 31", afirma el alcalde.