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Elecciones municipales y autonómicas

Barberá advierte a Rajoy de que necesita el PP de Camps

Las imputaciones del 'caso Gürtel' y el anuncio de Zapatero enturbian la proclamación de la alcaldesa como candidata

La proclamación de Rita Barberá como candidata del PP a la alcaldía de Valencia tenía que ser un acto austero, pero apoteósico. Y no lo fue. Demasiados elementos extraños acabaron por enrarecer un mitin diseñado para agasajar "a la mejor alcaldesa de España, de Europa y del mundo" según las hiperbólicas palabras del presidente de la Generalitat, Francisco Camps.

El primer síntoma lo ofreció el presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, al que ayer no le salieron los chistes. Y que no consiguió caldear un auditorio donde las caras de preocupación se alternaban con las del desconcierto. Preocupación por el último escrito de la Fiscalía Anticorrupción que apunta de lleno a la cúpula del PP valenciano por delito electoral. Desconcierto por la decisión del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que anunció media hora antes del mitin del PP que no se presentará a la reelección.

Dolores de Cospedal escenificó el apoyo de Génova en un clima de frialdad

En ese clima, la alcaldesa de Valencia se esforzó por no salirse del guión que se había preparado para su quinta proclamación. Barberá quiso dejar claro ante la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que Mariano Rajoy no logrará ganar las elecciones generales al PSOE si no cuenta con los populares valencianos. Con un partido que tiene como líder en la Comunidad Valenciana a Francisco Camps, por muy imputado que esté.

"Paco aquí nos tienes, este es el partido que has hecho. Nos has dado una lección de unidad ante la adversidad, con el partido que tu has hecho tan grande y tan fuerte", prosiguió Barberá, "que es imprescindible para llevar a Mariano Rajoy a La Moncloa".

"Rajoy confió en Valencia y Valencia le hará presidente del Gobierno de España", sentenció la alcaldesa ante De Cospedal, que intentaba poner su mejor cara y pasar el trago pronto. La alcaldesa no cerró filas solo con Camps, también lo hizo con todo su equipo de concejales, a los que les garantizó la continuidad. Especialmente a Jorge Bellver que se enfrenta a un juicio por prevaricación en relación con las obras de un aparcamiento subterráneo.

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"Jorge, todos estamos contigo ante tanta barbaridad", dijo Barberá en referencia al juicio que tendrá que afrontar su edil de Urbanismo.

En su alocución, Barberá quiso hacer un repaso somero de sus 20 años de gestión, pero sobre todo mandó un recado a la afición. No piensa ceder en ninguno de los asuntos que se le han atragantado, especialmente en la prolongación de la avenida de Blasco Ibáñez por encima de la trama urbana del barrio de El Cabanyal. La alcaldesa apuntó que, cuando revalide su cargo, quiere "consolidar Valencia como una ciudad de referencia en materia de innovación, turismo y sostenibilidad".

Tras la alcaldesa, llegó el turno de los elogios del presidente de la Generalitat a la alcaldesa. En el discurso de Camps no hubo ni una palabra en relación a la decisión de la Fiscalía Anticorrupción, que el viernes le puso en el punto de mira del sumario del caso Gürtel. A él y a la cúpula del PP. Al vicepresidente primero del Consell, Vicente Rambla; al ex secretario general del PP Ricardo Costa; al vicesecretario de Organización, David Serra; a la tesorera del PP, Yolanda García; a la presidenta de las Cortes, Milagrosa Martínez; al ex vicepresidente del Consell Víctor Campos; al ex jefe de gabinete de la Consejería de Turismo, Rafael Betoret; al ex director general de Ràdio Televisió Valenciana Pedro García y a la apoderada del partido Cristina Ibáñez.

Y como quien cerraba el mitin era la secretaria general del PP nacional y candidata popular a la presidencia de Castilla-La Mancha, Camps tampoco pronunció una sola palabra sobre agua.

Con estas limitaciones, el jefe del Consell se centró en elogiar a Barberá, defender la sostenibilidad de su proyecto político, alardear de españolidad y, sobre todo, darle estopa al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

"Hice todo lo que correspondía a un demócrata para que quien era presidente de España dejase de serlo, para hacer que la Comunidad Valenciana fuese un territorio de futuro pese a Zapatero", argumentó Camps, "denunciando las malas artes y las malas políticas de esa mala persona que se llama Zapatero".

"Zapatero no tiene altura para ser presidente del Gobierno de España. Es la única noticia positiva de los socialistas, que Zapatero se va", sentenció.

El acto lo cerró María Dolores de Cospedal, que llegó justo a la hora de inicio del mitin y se fue al acabar como si se le quemase el arroz.

La secretaria general del PP se esforzó por evitar pisar ningún callo. Tiró de topicazo sobre Valencia y se centró en lo suyo: criticar al Gobierno, la decisión de Zapatero y a su ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, a cuenta del caso faisán y de los GAL. Pero cuando lo hizo, el presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, que acudió a dar su apoyo a Barberá ya se había vuelto a las fiestas de la Magdalena.

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