Barcelona anuncia cuatro líneas de bus rápido a dos meses de las elecciones

Los autobuses rojos con el distintivo de Retbus -un nuevo sistema de autobuses en forma de malla, más rápido y con paradas más distanciadas- empezarán a visualizarse en Barcelona en el segundo semestre de este año. A dos meses de las elecciones municipales, el Ayuntamiento y la empresa de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) presentaron ayer al alimón el arranque de las primeras líneas del nuevo servicio.

En total serán 12 corredores, que sumarán unos 227 kilómetros, divididos en siete ejes verticales en sentido mar-montaña y cinco horizontales de Besòs a Llobregat. Cuatro de las líneas estarán listas antes de diciembre. Se trata de la H2 que unirá el Besòs con Collblanc; la H5, desde Zona Universitària a Fabra i Puig; la V1 desde plaza d'Espanya a Sarrià, y la V5, que unirá el paseo marítimo y Montbau. El resto de la red se completará en dos años.

La frecuencia de paso de los vehículos será de 3 minutos en el centro

La puesta en marcha del sistema costará unos cuatro millones de euros

La presidenta de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), Assumpta Escarp, explicó que el nuevo servicio no terminará con los buses de barrio ni con la red tradicional, aunque aceptó que algunas líneas desaparecerán o se modificarán. A pesar de ello, el sistema está pensado para estar integrado con toda la red actual de metro, ferrocarril y autobuses.

La modificación también busca captar usuarios el vehículo privado. La carta para atraerlos, según los técnicos, es la reducción media de 10 minutos de los recorridos puerta a puerta, a pesar de que los usuarios tendrán que caminar un poco más para llegar a su parada. La frecuencia en la parte central de la malla será de tres minutos, en la periferia, de seis. Para lograrlo se desarrollará un sistema que le dará prioridad de paso a los autobuses en los semáforos. También se cambiarán algunos giros en la ciudad y se modificarán carriles bici.

Según Escarp, el Retbus permitirá transportar 60.000 viajeros cada hora, el 30% más que el sistema actual. La puesta en marcha costará unos cuatro millones de euros y cuando esté funcionando no generará costes extras de funcionamiento, pues se redistribuyen los conductores y recursos.

Inicialmente el servicio se prestará con los autobuses articulados que tiene TMB. Se espera que en un futuro sean reemplazados por biarticulados, de 24 metros de longitud y capacidad para 160 personas. Sin embargo, este tipo de vehículos aún no están homologados en España.

La implantación de este sistema de autobuses lleva en danza buena parte de este mandato. Se empezó con la idea de hacer unas líneas de altas prestaciones en la Diagonal y la Gran Via, pero estudios posteriores, en los que participó la Universidad Politécnica determinaron otro modelo, el que finalmente se implantará.

Políticamente, la propuesta de modificar la forma radial de la red de autobuses de la ciudad y sacar partido de la red octogonal del Eixample fue de Esquerra Republicana y en octubre de 2009 -cuando se negociaban los presupuestos del año siguiente y el bipartito necesitaba el apoyo de ERC- esa propuesta fue aprobada en el pleno municipal. CiU, que abogaba por un modelo similar en su programa electoral, se sumó.

La misma iniciativa se aprobó en la sesión plenaria de octubre del año pasado después de que TMB anunciara la implantación del Retbus en febrero de ese mismo año. Hace un mes, Assumpta Escarp, contestó, a preguntas de CiU, que la implantación del Retbus dependía de la financiación al sistema de la Generalitat dentro de la Autoridad del Transporte Metropolitano. Es un problema de financiación que parece haber desaparecido a dos meses vista de las elecciones y una circunstancia que ayer fue destacada por CiU.