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Reportaje:

Madurez y renovación en Jerez

Comienza la 15ª edición del festival dedicado al flamenco y la danza española

Con el estreno de la nueva obra de la Compañía de Antonio El Pipa, Danzacalí, danzar de los gitanos, arranca esta noche la 15ª edición del Festival de Jerez, un evento que se extenderá hasta el próximo 12 de marzo, fecha en la que lo clausurará el Ballet Flamenco de Eva Yerbabuena con su última producción, Cuando yo era... Entre uno y otro día, más de 40 citas entre espectáculos, talleres y otras actividades que se reparten entre media docena de espacios escénicos.

Ello sin olvidar su área formativa, que atrae cada año a casi un millar de personas ávidas de aprender con los maestros que ofrece el festival. Con todos esos elementos -artistas, público, prensa o cursillistas- se configura una atmósfera viva y multicolor que inunda las calles de la ciudad durante esos días y la convierte en capital mundial del baile.

Como cada año, el evento jerezano aspira a mostrar las tendencias que marcan la escena más actual del baile flamenco y la danza española y, a pesar de los inevitables recortes que la crisis conlleva, bien se puede decir que el festival aguanta el tipo. Un vistazo a la programación del Teatro Villamarta, sede de los principales espectáculos, confirma que la cita mantiene las señas que la identifican, con un rasgo dominante en esta edición: el encuentro entre figuras consolidadas y otras emergentes.

Durante 16 días, 13 compañías pisarán las tablas del teatro. Además de las citadas, se podrán disfrutar las obras más recientes de Isabel Bayón, Javier Latorre o Javier Barón. Junto a ellos, las propuestas de artistas un poco más jóvenes y en pleno crecimiento como Mercedes Ruiz, Olga Pericet, Rosario Toledo y Rubén Olmo.

La danza clásica española estará también representada por la Compañía Rojas & Rodríguez (Nuevo Ballet Español), mientras que el baile más gitano cuenta con la presencia de Manuela Carrasco y La Farruca. El cartel lo completa el ballet del japonés Shoji Kojima, que trae una revisión de La Celestina con dirección de Javier Latorre. Dentro de este panorama de danza se cuela la excepción cantaora: las Historias de viva voz de Miguel Poveda, la versión teatral del espectáculo con que inauguró la pasada Bienal de Sevilla.

Para el buen aficionado, el interés bien puede ir más allá, hacia salas como la Compañía, Paúl o el Palacio de Villavivencio que -desde las siete de la tarde hasta la medianoche- albergan ciclos cuyos nombres indican bien a las claras su contenido: Los Novísimos, De la frontera, Con nombre propio, Solos en Compañía, los Conciertos de Palacio... Citas ya clásicas para los asiduos que ofrecen cante, toque y mucho más baile. Dentro de esa variada oferta destaca el estreno de las nuevas creaciones de Belén Maya, Leonor Leal, Ángel Muñoz o Andrés Peña.

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