"El Parque Central debe ser un destino, no solo lugar de paso"
La sostenibilidad será una de las señas de identidad del parque de Gustafson
Los parques urbanos no son solo plantas, son cultura, actividad y sostenibilidad, defendió ayer la paisajista Kathryn Gustafson, que con su proyecto Aigua plena de seny ha ganado el concurso para el diseño del Parque Central de Valencia.
Rodeada de todos sus socios en el proyecto -Borgos Pieper, Nova Ingeniería y Grupotec-, la paisajista visitó ayer Valencia por unas horas para explicar la maqueta de un parque "que te atrae, que tiene un corazón". Gustafson adelantó que este espacio "debe ser y diseñarse como un destino, no solo como lugar de paso".Con un estilo sencillo, la ganadora desveló boceto a boceto el espíritu del proyecto vencedor y los que han sido elementos de inspiración. Destacó de Valencia su calidez e insistió en que el parque recoge aspectos relacionados con la cultura valenciana como el agua o la huerta -"un paisaje único", dijo-.
"No me molestan las torres; he trabajado con la sombra que proyectarán"
"Si el parque se cierra, lo que no quiero es una gran valla metálica"
La paisajista dividió este gran espacio verde en seis espacios en forma de cuenco cerámico. Y cada cuenco tendrá un elemento programático. En medio y a modo de sinuosa columna vertebral está el eje de norte a sur, que no será recto para crear entre los ciudadanos expectativas y ganas de recorrerlo. Entre los elementos dominantes está el anfiteatro, que tendrá un escenario desmontable y donde caben desde 100 a 20.000 personas, comentó. Será un espacio multiusos, donde se podrán organizar desde conciertos de música a un pic-nic. Se han previsto espacios para mercadillos y en la zona de huerta cabe, por ejemplo, un restaurante que utilice las hortalizas cultivadas. "El parque debe ser un lugar de destino, no solo de paseo o tránsito", resumió Kathryn Gustafson. Los árboles predominantes serán las jacarandas, alcornoques, sauces, olivos y palmeras.
En el proyecto hay tres plazas esenciales. La norte, que actuará de conexión con el centro de la ciudad; la sur, que enlazará el parque con el nuevo bulevar de Federico García Lorca; y la central, espacio al que conducen todos los caminos diseminados por la superficie del parque. Gustafson actuará también sobre el nuevo bulevar, donde ha introducido fuentes y pequeñas zonas verdes a escasos metros de cada edificio de viviendas para el esparcimiento de los vecinos. En la red de leds, que envuelve el lago central -y que ya se encuentra en el parque Milenio que Gustafson diseñó en Chicago- podrán proyectarse imágenes por las noches. Por último, la paisajista, para quien el mejor icono del parque será el propio parque, sí destacó los cuatro mástiles de acero pulido y 50 metros de alto que, a modo de faros, facilitarán localizar el parque desde otros puntos de la ciudad.
Pero el punto fuerte del proyecto, subrayaron ayer en el Salón de Cristal diferentes miembros del equipo de profesionales, es la sostenibilidad del parque. El propósito es que su mantenimiento no sea excesivamente caro. Por ello se ha previsto, por ejemplo, que genere a través de placas solares fotovoltaicas la electricidad necesaria para su funcionamiento. Aunque el agua está muy presente en toda la superficie, el objetivo es recoger en todos los cuencos el agua de lluvia -también las de las escorrentías- para alimentar lagos y canales. Luego se filtrará y se reutilizará. El equipo reciclará el mayor número posible de materiales que se encuentren en los solares, ya sean maderas, rocas u otros.
Si el parque permanece abierto todo o cerrado parcialmente, "deberá decidirlo la ciudad". Pero lo que Gustafson aconsejó ayer fue que si se cierra no sea con una gran valla metálica y excluyente.
No se prevén grandes cambios, aunque todos los líderes de los equipos a concurso se mostraron dispuestos a ser flexibles en la fase de redacción del proyecto, ya que algunas de las actividades descritas como posibles por la paisajista no están permitidas por las ordenanzas municipales.
Preguntada por si el plan de detalle que entregue en seis meses se parecerá al que ayer mostró, Gustafson respondió: "Lo importante es mantener la esencia del proyecto, la estructura de cuenco, el eje norte-sur y el agua. ¿Verdad, Rita?", le dijo medio en broma, medio en serio.
De la primera fase, que la alcaldesa se mostró convencida de que podrá verse en el próximo mandato municipal, la paisajista aclaró que es un parque en sí mismo. Se extenderá sobre una superficie de casi 100.000 metros cuadrados cercanos a Russafa, costará 34 millones de euros y podría iniciarse en un año si la negociación con los propietarios del suelo no se atasca. La financiación está garantizada al día de hoy, insistieron desde la sociedad Valencia Parque Central.
Acabada la presentación, la paisajista recibió de manos de la alcaldesa un plato de cerámica como obsequio y recorrió antes de abandonar la capital el centro histórico y el edificio de Veles e Vents, entre otros lugares.
Antes de abandonar el Consistorio, Gustafson aclaró que en sus trabajos no le han molestado las cuatro torres de más de 20 alturas previstas en dos de los lados del parque e incluso añadió que ha tenido en cuenta las zonas de sombra que proyectarán en un futuro. Tampoco quiso pronunciarse sobre las alturas de la futura estación definitiva de César Portela ni sobre la zona comercial anexa. "No la conozco", comentó.
La portavoz socialista Carmen Alborch destacó el éxito del proyecto, "una muestra más" de los magníficos resultados que se pueden conseguir cuando las Administraciones trabajan juntas.
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