Band of Horses
Curtidos en Seattle, epicentro del grunge en los noventa, ahora convertida en interesante cuna de bandas de folk-rock como Fleet Foxes, Band of Horses destacaron hace tres años con Cease to Begin, un disco bello en sus aportaciones al género folk con espíritu eléctrico. En una línea compositiva similar, ofrecen este Infinite Arms, que se sitúa por encima de su antecesor en su asombrosa capacidad para crear atmósferas preciosistas, contundentes y cautivadoras, apoyadas en la voz sensible y ligera de Ben Bridwell. Las evocaciones son tan poderosas en algunos momentos que se hace difícil no emocionarse. Con composiciones como Factory, Compliments o Laredo, estos chicos cabalgan con aplomo por la transitada senda del rock norteamericano. A destacar también la producción de Phil Ek, especie de gurú en este tipo de sonidos etéreos con resonancias campestres.
Band of Horses
Infinite Arms
Sub Pop
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