"Queremos que Xixona siga oliendo a turrón y que no se nos condene"

La polémica por el envío de toneladas de basuras desde Castellón a Xixona eclipsó ayer la visita del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, para inaugurar la nueva sede del Consejo Regulador del Turrón de Alicante y Xixona. El presidente llegó antes de lo previsto, se empleó a fondo saludando a todos los empresarios presentes, se reunió con las autoridades que le esperaban, y trató de evitar el asunto.

Sin embargo, el alcalde socialista de Xixona, Ferran Verdú, al que Camps no conocía, aprovechó su discurso para destacar los frutos de "la colaboración institucional" al tiempo que desplegó una amplia batería de reivindicaciones: una vía rápida hacia Alicante, más suelo industrial, mejores escuelas y que "Xixona siga oliendo a turrón, porque lo demás sería condenar a esta economía", dijo el alcalde en público. Verdú además pidió al presidente que aceptara y leyera la carta que le iban a hacer llegar los vecinos de Xixona Neta. El alcalde aclaró: "No nos negamos a ser solidarios, pero queremos que nos den explicaciones y se reparta entre todos la basura".

El Consell advierte de que "la decisión está tomada y no habrá cambios"

En la carta los vecinos muestran su "absoluta perplejidad" por las medidas de la Generalitat de convertir a Xixona "en un vertedero". Los vecinos de este colectivo recuerdan que "basura e industria de la alimentación son incompatibles" y si se "desprestigia el nombre de Xixona se arruinará el esfuerzo de tantas generaciones". El colectivo advierte a Camps: "No nos pida solidaridad en este tema porque sería un suicidio para nuestro pueblo". Los empresarios del turrón lanzaron el jueves un comunicado en el que rechazaron la llegada de basuras, por la imagen negativa del sector, y en la Diputación de Alicante, PP y PSOE, aprobaron una moción en el pleno instando a la Generalitat a suspender la orden del envío de basuras.

El presidente de la Generalitat, acompañado del presidente del Consejo Regulador del Turrón, José Enrique Garrigós, ignoró por completo las reivindicaciones del alcalde socialista y optó por alabar el trabajo de los empresarios turroneros y auguró que gracias al esfuerzo de todos los valencianos serán "los primeros en superar el invierno económico". Tras el acto institucional, Camps, al ser preguntado sobre la polémica de la basura, desveló que se estaba celebrando una reunión "para adoptar las medidas que correspondan", y agregó: "Con ilusión, diálogo y ganas se buscará una solución".

Fuentes de la Consejería de Medio Ambiente informaron por la tarde de que la reunión fue "técnica" con los responsables de las empresas concesionarias, el diputado de Medio Ambiente y el director general para el Cambio Climático, Jorge Lamparero. La consejería aclara que "la decisión está tomada y no habrá cambios", se trasladarán un máximo anual de 50.000 toneladas a Xixona por ser "una planta pública" y porque se aprobó en el consorcio y "cumpliendo" la Ley de Residuos.