Villano, huraño, millonario y triunfador

Mark Zuckerberg creó Facebook. Hollywood lo acaba de inmortalizar con una película, La red social, en la que se le atribuye el papel de un villano con las mujeres y traidor en los negocios. El largometraje se inspira en el libro Multimillonarios por accidente, que cuenta cómo Zuckerberg creó Facebook y fue demandado en dos ocasiones: por su ex amigo Eduardo Saverin, que aportó el capital inicial de la empresa, y por sus ex compañeros de la Universidad de Harvard Divya Narendra y los gemelos Tyler y Cameron Winklevoss, que le denunciaron porque sostenían que les había robado la idea original de la red social.

En la película, que ha sido número uno de taquilla en EE UU, Zuckerberg, de 26 años, es un antihéroe solitario al que la cámara deja solo frente a una pantalla de ordenador, obsesionado por un antiguo amor que no le perdona su crueldad. Según esa versión, crea una red social con las ideas de los demás y expulsa de la empresa a su amigo Saverin, por viejas rivalidades de fraternidades universitarias. Es un ser antipático, más a causa de su carácter huraño que por ambición. Según le dice una abogada: "No eres un capullo, pero te esfuerzas mucho en parecerlo".

Dice que 'la red social' no cuenta la verdad: "en mi vida no hay tanto drama"

Tiene novia desde 2003, vive de forma modesta en palo alto y trabaja 16 horas

Partes de la película son reales. Hubo dos pleitos. Ambos quedaron resueltos con indemnizaciones extrajudiciales. Según la documentación judicial, Zuckerberg aceptó diseñar una red social para Narendra y los Winklevoss. No lo hizo. Lanzó su propia red en 2004, con el capital de su amigo Saverin. Con los meses, la empresa fue creciendo y creciendo, sus diseñadores se mudaron de Harvard a California. Allí atrajeron inversiones millonarias. En ese tránsito, Zuckerberg echó a Saverin, que había aportado de su bolsillo los 1.000 dólares (727 euros) con los que comenzó la empresa.

Otras partes del largometraje son ficción. O, como dijo el autor del libro original a CNN, "la mejor elucubración posible". Tras comenzar sus largos pleitos con Zuckerberg, en 2005, Saverin contactó con el escritor Ben Mezrich y le ofreció escribir la cronología de la fundación de Facebook. Puede que Saverin supiera, porque conocía muy bien a Zuckerberg, que este no hablaría de aquellos meses oscuros. Así fue: el padre de Facebook mantuvo un estricto silencio y la exitosa versión hollywoodiense de su vida es la misma que cuentan sus detractores, la historia de un villano que no se redime. En la vida real, Zuckerberg es un triunfador, el multimillonario más joven del mundo. También, una persona que vive de forma modesta y no le da importancia al dinero.

El gemelo Tyler Winklevoss le dijo recientemente al periodista José Antonio Vargas, de The New Yorker: "Es la persona rica más pobre que he conocido". Vive en una modesta casa alquilada de Palo Alto. Camina al trabajo, donde pasa 16 horas diarias. Sale con la misma chica, Priscilla Chan, desde 2003.

En diversas ocasiones se ha negado a vender Facebook, aunque ha tenido muchas ofertas. No es la primera vez que rechaza vender sus creaciones. Cuando estaba en el instituto, este adolescente prodigio creó un programa que permitía a los reproductores de música aprender los gustos de sus dueños. Microsoft se interesó por el producto y quiso contratarle. Ofreció más de un millón de dólares. Los rechazó y dio su programa de forma gratuita en Internet.

Solo ahora comienza a saberse más de Zuckerberg y su vida real. Nació en Nueva York, hijo de un dentista y una psiquiatra. Tiene tres hermanas. Las tres son amigas suyas en Facebook. Quiso estudiar informática y psicología. No se licenció. Le gusta La guerra de las galaxias. Uno de sus libros favoritos es El juego de Ender. Sus amigos le llaman Zuck. En Facebook se define con una sucinta frase: "Quiero hacer del mundo un lugar más abierto".

Ha permitido al periodista David Kirkpatrick escribir un libro sobre él, titulado The Facebook effect, que es una historia menos dramática pero más minuciosa de su empresa. En él se cuenta una anécdota que revela el carácter de Zuckerberg. Kirkpatrick le dice: "Pareces el consejero delegado de una gran empresa tecnológica". Zuckerberg se molesta. "Yo nunca quise dirigir una compañía", responde.

¿Qué quiere entonces Zuckerberg? ¿Cambiar el mundo, como dice en su perfil de Facebook? De momento, ha donado 100 millones de dólares a las escuelas públicas de Nueva Jersey. Lo anunció en septiembre, en el programa de Oprah Winfrey. Todo era parte de un estudiado proceso de depuración de imagen. Zuckerberg apareció sonriente en el plató. A pesar de ello se le veía incómodo, como si la fama se le hubiera desplomado encima. Oprah le preguntó por la película. "Seguramente es divertida", dijo. "Es ficción. En mi vida no hay tanto drama".