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El recorte en infraestructuras

El segundo puente debe esperar

Fomento busca vías para terminar en 2012 su obra emblemática en Cádiz

Será un emblema de Cádiz. Para bien o para mal. El segundo puente sobre la bahía gaditana, la inversión en carreteras más grande que acomete el Ministerio de Fomento con más de 300 millones de euros, es uno de los afectados por los recortes presupuestarios del Gobierno. Pero nadie renuncia, de momento, a cumplir con el compromiso de que esté listo en 2012, una fecha clave porque esta infraestructura, que unirá Cádiz con Puerto Real, quiere ser símbolo de la conmemoración de los 200 años de la Constitución de 1812.

Desde que José Blanco ratificara el jueves en el Congreso que el puente tendrá una solución excepcional, lo que él llamó "solución ad hoc", las reacciones no han dejado de sucederse. Los más satisfechos, al menos en público, son los socialistas. "Son palabras tranquilizadoras porque demuestran que hay un esfuerzo del Gobierno por cumplir ese compromiso", ha dicho el secretario provincial del PSOE, Francisco González Cabaña. Al presidente del Consorcio del Bicentenario y consejero de Gobernación y Justicia, Luis Pizarro, las palabras de Blanco también le parecieron "una buena noticia".

El Ejecutivo intenta negociar las condiciones de pago con Dragados
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Todos han cuidado mucho su lenguaje. Los socialistas siguen confiando en que la obra esté "en el horizonte de 2012", una frase socorrida si finalmente el proyecto se retrasa. El propio ministro aseguró en su comparecencia que se está buscando una solución, lo cual no quiere decir que la haya encontrado. El diputado Salvador de la Encina y presidente de la Comisión de Fomento ha revelado cuáles son esas posibles fórmulas. "Vamos a tratar de negociar con Dragados las condiciones de pago e intentar conseguir financiación extraordinaria", ha explicado.

La negociación con la empresa constructora va enfocada a que Dragados se decida a continuar con la obra, actualmente paralizada por falta de pago, a cambio de una futura compensación. La financiación extraordinaria intentará cerrarse en la elaboración de los presupuestos retrotrayendo de otras partidas previstas para la provincia de Cádiz. Algo para lo que habrá que convencer a los responsables del Ministerio de Economía.

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De la Encina fue el primer dirigente del PSOE en admitir hace unas semanas que el segundo puente se retrasaría por los recortes. Una confesión pública que le valió la reprimenda de otros cargos socialistas, como Luis Pizarro. Ahora todos se aferran a las palabras del ministro.

Quienes piensan explotar al máximo el posible retraso de la obra son los partidos de la oposición. La primera, la alcaldesa de Cádiz, del PP. Y no sería la primera vez. Cuando la obra iba bien colocaba carteles en la ciudad en los que presumía de que el Ayuntamiento era el impulsor del puente, aunque lo pagara íntegramente Fomento. Ahora esos carteles ya no están, pero Teófila Martínez no renuncia a seguir destacando. Ha anunciado que recogerá firmas y recabará apoyos para presionar al Gobierno. Su campaña tiene el éxito asegurado. Si el puente no está en 2012, culpará a la ineficacia del Ejecutivo socialista. Si el puente llega a tiempo, atribuirá el logro a su presión.

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