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Frente judicial por respirar amianto

25 víctimas de emisiones tóxicas demandarán a la empresa Uralita en Sevilla

"Aún recuerdo el día que empecé a asfixiarme en el jardín de mi casa, y tuve que beber agua de la manguera porque no me daba tiempo de llegar a la cocina". José Vaquero, de 71 años, es uno de los hasta ahora 25 ex trabajadores afectados por asbestosis, enfermedad pulmonar producida por la inhalación de amianto, que presentará una demanda colectiva contra la empresa Uralita en los juzgados de Sevilla.

Como este antiguo trabajador, cerca de 5.000 personas han pasado por la nave localizada en el barrio sevillano de Bellavista hasta su cierre en julio de 1999, según la Asociación de Victimas de Amianto (AVIDA), que calcula que existen 300 personas intoxicadas. Hasta ahora, tan sólo 25 ex trabajadores han dado el paso para denunciar a la empresa por este motivo. Pero, según Antonio Delgado, presidente de la asociación, podrían ser muchos más a partir de ahora: "Cada día salen nuevos afectados, porque los efectos del amianto pueden surgir al cabo de muchos años", explica.

La sentencia de Barcelona eleva las esperanzas de los afectados andaluces

Es el caso de Luis Muñoz, uno de los últimos perjudicados que se suman a la lista. Después de casi 30 años sin pisar la nave industrial, los profesionales sanitarios le han diagnosticado un cáncer de pulmón el pasado febrero. Aunque reconoce que al ser sindicalista pasaba menos tiempo en la fábrica y, por consiguiente, su exposición al mineral era menor, su puesto laboral provocó que la manipulación del amianto fuese mucho más directa. "De nada me ha servido ser deportista, naturópata, vegetariano y no fumador", afirma.

Los afectados por el amianto padecen insuficiencia respiratoria y viven supeditados a inhaladores de los que acaban siendo dependientes, según comentan los ex trabajadores.

La situación se complica si se tiene en cuenta a todas las personas que han estado en contacto con el amianto, como los familiares de trabajadores, empleados fallecidos en cuya autopsia no figura el amianto como motivo de su muerte, o vecinos de la zona.

La fábrica estaba levantada en pleno núcleo urbano, donde los vecinos "pueden ser un colectivo potencialmente activo para desarrollar una enfermedad más o menos grave causada por la inhalación de amianto", explica María José González Haro, abogada de la organización.

La letrada subraya que su familia ha padecido los efectos del amianto, ya que su padre falleció hace 13 años por un cáncer de pulmón.

Hasta la fecha, esta asociación de Sevilla ha conseguido que 30 trabajadores de Uralita sean indemnizados con una cuantía que oscila de 30.000 a 40.000 euros, derivada del incremento de la pensión por la invalidez contraída en la fábrica. Muchos otros están aún pendientes de fallo en los tribunales. Pero, los 25 ex trabajadores van a solicitar ahora indemnizaciones que pueden alcanzar cifras de entre 21.000 a 126.000 euros en función de la patología. Y han sentido un gran alivio al conocer la sentencia de Barcelona que condena a Uralita a indemnizar a 45 vecinos con cuatro millones.

Los ex trabajadores sevillanos llevan años recabando informes médicos que acrediten su patología. Entre otros, los informes de las comisiones médicas específicas de la Junta de los centros hospitalarios del Virgen del Rocío, Hospital Macarena y Virgen de Valme.

La asociación ultima estos días una demanda contra Uralita, que se verá reforzada por la sentencia de Barcelona, y prepara una campaña para conseguir de las Administraciones programas de sensibilización y de recogida de residuos del amianto.

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