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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

Tenista de cabeza dura

Almagro, el jugador que más ha apretado a Nadal en la temporada de tierra, supera la enfermedad de su técnico, una mano rota y la pérdida de un familiar

David Ferrer tiene una escopeta en la mano. Llueve en París y están parados los partidos. Los tenistas se pasean con platos de pasta sin salsa, con sus raqueteros sin uso o con una escopeta de plástico, como Ferrer, que juega con un niño. Nicolás Almagro no hace nada de eso. El murciano ve pasar a Monfils saludando como un rapero; conoce luego que el francés ha perdido un épico partido (6-2, 6-4, 5-7, 4-6 y 7-9 en 4h 16m) frente al italiano Fognini y tras el parón de la víspera; escucha que su encuentro contra Darcis y el de Rafael Nadal contra Zeballos han sido suspendidos hasta hoy, lo que les obligará a jugar dos días seguidos en caso de victoria, y nada de eso le altera. Almagro se enfrenta a la vida de cara y con espalda ancha. Está en Roland Garros, es con Gulbis el único que ha ganado a Nadal un set en tierra y solo su valor explica que haya superado que su técnico sufriera un ictus, que él mismo se rompiera una mano y la pérdida de un familiar. Todo, en diez meses.

"Este año está siendo duro", dice Almagro, que tiene un clavo como una viga sujetándole desde las entrañas la mano izquierda; "estoy siendo regular pese a los contratiempos. Primero vino la enfermedad de mi entrenador [Antonio González] y en el primer torneo del año me rompí una mano. La recuperación fue larga. Luego, durante el torneo de Madrid, falleció un familiar. Son cosas por las que te das cuenta del valor de la vida. Me hundí un poco. Son momentos difíciles en los que uno no sabe qué decir ni cómo actuar, pero me he sabido rodear de gente que me quiere de verdad".

Almagro, el número 21 del mundo, sonriente siempre, busca el puesto entre los diez mejores que le auguran los técnicos con trabajo duro (menos kilos para mejorar su movilidad defensiva; José Perlas, prestigioso entrenador, apuntando la estrategia; nuevos hábitos alimenticios y mayor carga de trabajo de resistencia) y superando adversidades. No es, sin embargo, el único con problemas en la segunda ronda.

Coja, con un vendaje que parece una escayola, sorda a la orden médica de abandonar el juego, la japonesa Date se despidió (0-6 y 3-6) ante la austriaca Groth tras su épica victoria sobre la rusa Safina. Perdida en la pista, roto algo en su interior, la serbia Ivanovic, campeona en 2008, perdió (3-6 y 0-6 ante la rusa Kleybanova) y prosiguió su caída. Golpeada por la lluvia en su mejor momento (2-6, 3-0 y saque), Anabel Medina cedió (2-6 y 6-7) ante la rusa Dementieva. Como en 2002, no habrá españolas en la tercera ronda.

Al final, se suspendieron 50 de 73 encuentros. Se quedaron sin jugar Nadal, Djokovic, Verdasco, Ferrero, Riba, Ferrer y Almagro, el de la cabeza dura, el superador de adversidades, al que probará Darcis: "José [Perlas] me ha dado mucha confianza. Me ha hecho creer en mis posibilidades. Me veo capacitado para algo importante".

Almagro, durante su enfrentamiento al holandés Haase.
Almagro, durante su enfrentamiento al holandés Haase.REUTERS

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