Los mimados del patrimonio
Cultura extiende la protección a 3.500 bienes gracias a la ley de 2007
Es raro el martes en el que la lista no se agrande un poco más. Es inusual el Consejo de Gobierno andaluz que no incluya entre sus acciones la aprobación de un nuevo Bien de Interés Cultural (BIC). La nueva ley autonómica de Patrimonio Histórico, la de 2007, que sustituyó a la anterior de 1991, ha permitido intensificar la protección de monumentos, edificios históricos, lugares con alto valor etnográfico e incluso fiestas y danzas. En estos casi tres años se han incorporado a la lista 3.500 bienes materiales e inmateriales gracias a la instrucción de 120 expedientes de catalogación. Cada uno de ellos es un camino difícil que busca una meta hermosa: custodiar para siempre la fuerza de la cultura andaluza.
La Zona Patrimonial da cobertura a objetos de interés de distinta naturaleza
Andalucía es referencia es la protección de bienes bajo las aguas
"La nueva ley ha aportado nuevas figuras de protección y, sobre todo, poder abordar el proceso de una manera integral, no por segmentos". Quien lo dice es Juan Manuel Becerra, el jefe de servicio de Protección del Patrimonio andaluz de la Consejería de Cultura, el máximo responsable del equipo que vela por toda la tramitación. La norma de 2007 les ha dado nuevas herramientas y más eficaces. El primer ejemplo lo sitúa en las Zonas Patrimoniales, una figura nueva que protege todo un territorio en el que coexisten bienes de diferentes naturalezas y cronología y que están indisolublemente unidos a su paisaje y a su entorno. La primera Zona Patrimonial de Andalucía ha sido Otíñar, un paraje de alto valor a una decena de kilómetros de la capital jiennense, donde se concentran elementos culturales que son reflejo de la ocupación de este lugar desde la Prehistoria.
La Ley de Patrimonio andaluz ha sido muy valorada por los expertos a la hora de plantear una reforma de la norma estatal. Un buen ejemplo en el que Andalucía es referencia es la protección de bienes bajo las aguas. El trabajo del Centro de Arqueología Subacuática de Andalucía, situado en Cádiz, ha sido fundamental para poder aprobar como Bienes de Interés Cultural 56 Zonas Arqueológicas en toda la comunidad, entre ellas, los restos en aguas gaditanas de lo que quedó de la batalla de Trafalgar. También ha servido para usar por primera vez la figura de Zona de Servidumbre Arqueológica. Con ella se han protegido 42 espacios en pantanos, ríos y en el mar, lugares donde se sospecha que puede haber restos aunque no se haya obtenido ninguna prueba física de ello.
Otra de las apuestas que se han hecho bajo el amparo de la nueva normativa ha sido la protección del patrimonio inmaterial. No se puede tocar pero sí contribuir a su conservación. Ahí están las danzas rituales masculinas de Huelva, la zambra de Granada, la zambomba de Jerez o los cantes de las minas de Almería y Jaén. "Son bienes intangibles, pero ahora tenemos la oportunidad de proteger espacios físicos por su relación con una fiesta o una romería", señala Becerra. Es lo que ley recoge como Sitios Históricos o Lugares de Interés Etnológico, por vincularse a estas tradiciones. Es lo que se ha hecho con la fiesta de los verdiales de Málaga. En esta línea, Cultura sitúa la lucha encendida porque la Unesco llegue a declarar el flamenco como patrimonio de la Humanidad. "La candidatura está avalada por varias comunidades y el trabajo de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco ha sido exquisito. Creo que lo conseguiremos", desea el jefe de servicio.
Bajo el amparo de la nueva ley, el departamento que ahora lidera Paulino Plata no sólo ha retomado el lanzamiento del flamenco sino también la frustrada protección de las estructuras publicitarias del Toro de Osborne. El primer intento fue frenado por la justicia. Ahora se vuelve a probar con la estrategia de plantear expedientes de protección por provincias, en vez de presentar un único trámite para toda Andalucía como se hizo la primera vez. En total se van a proteger 20 toros. Los expedientes de tres, los de Benahadux, Santa Elena y Córdoba, ya se han iniciado. Si estas intenciones prosperan, los toros recibirán la máxima categoría que permite la norma, la de Bien de Interés Cultural.
La ley de 2007 también incluyó la figura de Inventario de Bienes Reconocidos, un listado útil para los planeamientos urbanísticos de los ayuntamientos, puesto que recoge todos los elementos singulares sobre los que hay que tener especial cautela. Cultura reconoce que no siempre es fácil convencer a las administraciones locales de la importancia de conservar determinados edificios. Ocurrió recientemente en Cádiz cuando la Junta decidió finalmente proteger el edificio de la Aduana, sobre el que existían pretensiones de derribo para reordenar una plaza. Aún hoy, el avance del PGOU gaditano se niega a reconocer la tutela de este inmueble, símbolo de la arquitectura de principios de los años XX. "Nos discuten hasta la mayor, por lo que es lógico que algunos elementos sujetos a intereses provoquen más debate. Nuestra misión es imponer el patrimonio como prioridad", explica el jefe de servicio de Protección del Patrimonio. "A nadie se le ocurre ahora tirar una catedral, pero hay bienes más contemporáneos o populares que la ciudadanía no llega a entender que se protejan, como fue el caso de la Aduana", añade.
Becerra está acostumbrado a lidiar con este tipo de confrontaciones entre administraciones. También con la de particulares, cuyas viviendas o propiedades han sido protegidas y se ven en la obligación de cuidarlas y abrirlas al público. También se les imponen numerosas restricciones para modificarlas o mejorarlas. Es la otra cara del celo protector que pone la Junta de Andalucía en afianzar la identidad y la cultura andaluza con el conocimiento, la investigación y la difusión del patrimonio. Así lo marca la ley. Y desde entonces ya van 3.500 bienes protegidos. Y el próximo martes habrá alguno más.
Los bienes más llamativos
- Almería: Cortijo del Fraile. Níjar. Sitio Histórico. Bella construcción en el paisaje árido del Cabo de Gata.
- Cádiz: Edificios de la arquitectura contemporánea, como la Aduana. Inmuebles exponentes del inicio del siglo XX.
- Córdoba: Zona minera de Cerro Muriano.
22 áreas patrimoniales con yacimientos,
pozos, minas, galerías y estructuras de fundiciones.
- Granada: Zona Arqueológica de El Castillejo. Poblado de la vega granadina que fue frontera entre territorios visigodos y bizantinos.
- Huelva: Cabalgata de los Reyes Magos de Higuera de la Sierra. Caracterizada por su barroquismo y teatralidad.
- Jaén: Zona Patrimonial de Otiñar. Ocupación desde el Neolítico con necrópolis, fortaleza islámica, villa medieval y explotaciones agrarias.
- Málaga: Tapices en Pizarra. Serie realizada en el siglo XVIII con escenas de El Quijote. Protección de bienes muebles de interés cultural.
- Sevilla: Las Caleras de la Sierra en Morón. Lugar de interés etnológico asociado a la actividad artesanal de la cal
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