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Entrevista:LUIS ALONSO | ELECCIONES AL COLEGIO DE ARQUITECTOS DE CATALUÑA

"Hay que abrirse al extranjero"

Luis Alonso es el más conocido de los tres candidatos y también el más internacional. En su opinión, "el colegio debería servir de servicio y ayuda a todo el sector. En estos momentos es una carga económica sin sentido. Los jóvenes huyen despavoridos de la colegiación". La profesión cambia, pero hay otras cosas que transformar: "Hemos de cambiar el chip de la mentalidad del arquitecto. Antes el arquitecto trabajaba en un pequeño despacho profesional, que hay que apoyar. Pero hay que tener mentalidad abierta porque uno de los sectores donde podemos tener más incidencia es el de la internacionalización; por tanto, deberíamos dar masa a algunos despachos grandes".

Pregunta. ¿Cuál es la función del colegio?

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Respuesta. Debería ser la de servicio y ayuda a todo el sector. En estos momentos es una carga económica sin sentido. Los jóvenes huyen despavoridos de la colegiación. Debería ser un síntoma de orgullo, de voz colectiva, servicio y apoyo.

P. Y ¿qué es cada cosa?

R. El papel social también decae. Un ejemplo: no es de recibo que se haga una consulta de tanta relevancia como la Diagonal y el Colegio de Arquitectos no se haya manifestado en ningún sentido. ¿Cómo puede ser que en la ciudad de los arquitectos, Barcelona, en el país de los arquitectos, Cataluña, no digamos nada? No cabe el silencio. Ésa es la peor respuesta.

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P. Está evolucionando la profesión hacia un mayor número de asalariados y funcionarios.

R. Hemos de cambiar el chip de la mentalidad del arquitecto. Antes el arquitecto trabajaba en un pequeño despacho profesional. Que hay que apoyar. Pero hay que tener mentalidad abierta porque uno de los sectores donde podemos tener más incidencia es en el de la internacionalización, por lo tanto, deberíamos dar masa a algunos despachos grandes. No tienen por qué ser todos. Hay muchos aspectos que no están atacados. Hoy, para los asalariados, el colegio es una carga por eso le da la espalda.

P. ¿Cómo ha afectado a la profesión la crisis de la construcción?

R. Si antes ya teníamos una cierta desmoralización, hoy se junta a crisis moral con la económica. Los arquitectos no somos los culpables de la crisis, pero sí los máximos afectados. Nos afecta hasta el punto en que el colegio ha visto caer sus ingresos, en paralelo a los de los arquitectos. Y luego está el desmadre de los concursos. Tras las corruptelas del caso Roldán y otras, se optó por los concursos abierto. Ha resultado perverso. Al no haber trabajo, hay concursos a los que se presentan más de 200 equipos. Y es desmoralizador porque 199 van a perder. Y luego están los números. En un concurso medio se presentan 150 proyectos. El promedio son unas 250 horas de dedicación. Calculemos s 30 euros la hora: más de un millón de euros perdidos. Luego, los jurados. La media es de cinco personas. Supongamos 20 minutos por proyecto. Equivale a seis días de trabajo a tiempo completo para cada jurado. Algo falla. Es aberrante. El concurso es una salida equivocada.

P. ¿Qué solución aporta el Colegio?

R. Para los concursos, que sean de ideas, que permite aportar frescura con menos dedicación. Y que sea obligatoria la presencia de jóvenes en los equipos. De una forma más general, partimos de que hay un anacronismo aislado de la profesión. Estamos encerrados en nosotros mismos. Deberíamos abrir un gran cluster de la construcción que englobase más que la arquitectura. Ésta es la punta de lanza de una actividad importante. Cuando se gana un concurso en el extranjero, los honorarios del arquitecto suman, en el mejor de los casos, el 5%. El resto son contratistas, industriales, ingenierías. Si actuamos de punta de lanza, mucha gente se beneficia. Los ingleses y franceses lo saben y actúan. Aquí estamos perdido valor añadido. Unamos complicidades. La Generalitat ya lo ha visto. Fuera, pero también dentro.

P. Cómo ve los cambios que imponen las normativas europeas.

R. El visado tiene que dejar de existir. Sólo se da en cuatro países europeos: Armenia, República Checa, Andorra y España. Algo hacemos mal. Y ahora hablamos del visado de calidad. Sería perverso. ¿Qué pasa que lo que hacíamos no era de calidad? Lo que hay que hacer es pensar el colegio en términos empresariales. Mejorar la formación, poner en carga el patrimonio del colegio. No es de recibo ser una carga sobre todo para los jóvenes y tener un edificio infrautilizado en la calle más cara de España (Portal de l'Àngel). Y luego tenemos sedes dispersas por la ciudad. No digo que haya que vender, digo aprovechar el patrimonio. Y luego hay aspectos en los que no hemos entrado. Ejemplo, el turismo. Barcelona recibe siete millones de visitantes. El 6% acude para ver arquitectura: 420.000 personas, 1.500 diarias. ¿Dónde está el Colegio de Arquitectos? El Colegio debe tener un consejo de administración, no puede funcionar como un club de amigos.

P. La rehabilitación se anuncia como actividad de futuro, pero no se firma.

R. La rehabilitación es un mercado que tiene un futuro extraordinario. Pero si hablamos de cluster se entiende mejor. Mi despacho ha tenido oportunidades tras la rehabilitación de las Arenas. Hay mucho mercado, pero hay que crear especializaciones. Quizás habría que potenciar esta especialidad, porque tiene salidas. También habría que pensar en materia de promiscuidad de edificios. Los políticos piensan en edificios unifuncionales. Y creen que la sostenibilidad es sólo poner placas solares. No. Se trata de optimizar los recursos de los edificios. Si se hace una biblioteca sólo, el edifico pasará muchas horas cerrado. Si se combina con residencial, centros deportivos, comercio, hotel... con cualquier otra cosa, el edificio es más sostenible socialmente. Usado más horas al año. Los arquitectos somos donantes de ideas a toda la sociedad. No podemos quedarnos en la queja.

P. El parque de edificios, ¿necesita mantenimiento?

R. Evidentemente. Y habrá nuevas normativas que lo exigirán. Por ejemplo, los muros cortina de vidrio en las cuatro fachadas. Eso no tiene sentido. Es insostenible desde el punto de vista económico y energético. Y hay muchos. Hay fachadas que permiten tratamientos térmicos, acústicos. Aquí hay un recorrido extraordinario.

P. ¿Cuántos colegiados y cuántos arquitectos no colegiados?

R. Hay unos 10.300 con una tendencia a la baja. En el primer trimestre de 2010 se han perdido unos 40 al mes, es decir, más de uno al día. Hay que frenar esta tendencia, que denota un estado de ánimo moral. No colegiados no lo sabemos, pero sólo se colegia el 45% de cada 100 estudiantes que terminan.

P. ¿Por qué no se critica la mala arquitectura?

R. Hay mucha mala arquitectura, pero el Colegio debería tener mecanismos que eviten que el arquitecto caiga en malas prácticas. El Colegio no debería criticar abiertamente, pero tampoco callar siempre. Un ejemplo: la fachada de las máscaras de Toio Ito en el paseo de Grácia. ¿Cómo es posible que Barcelona que ha respetado bastante el Eixample tenga de golpe una cosa que aparece de forma aislada e ilógica? ¿Es imaginable una ciudad con muchos edificios como ése? De modo que el Colegio no debe criticar la mala arquitectura, pero debe dejar claras las bases de trabajo. Si un despacho de aquí hubiera planteado esa fachada, no hubiera conseguido la licencia. Las máscaras para Venecia

P. El referéndum de la Diagonal ¿hay que hacerlo?

R. Lo primero: hay que reformar la Diagonal. ¿Estamos de acuerdo los arquitectos en que la arquitectura tiene que se un proceso democrático? Yo creo que no. No podemos permitirlo. No puedo ponerme a diseñar un edificio y consultar lo que la gente opina. Al final me saldrá un chirimbolo. Si la SEAT preguntara a los usuarios no haría coches sino sonajeros. Lo que debe ser democrático es el proceso de búsqueda de información. Hay que preguntar al pueblo que piensa, pero las soluciones deben darlas los profesionales. ¿Quién ha decidido quién es el arquitecto de la Diagonal? Pero es que hay más soluciones. Barcelona se ha caracterizado por ser una ciudad vanguardista y ambiciosa, de modo que se tendrían que haber planteado otras soluciones. Las dos ofrecidas son similares. Y no son dos proyectos. Son dos secciones, hay elementos de los que ni se habla. Pero, Barcelona tiene una deuda desde Cerdà: la falta de un parque central. ¿Por qué no en la Diagonal? Para el transporte público hay otras soluciones. Por ejemplo, un túnel o las calles laterales. Si se trata de reducir el 80% del tráfico, ¿por qué no quitarlo todo?

P. ¿Votará?

R. Sí.

P. Y si lo fuera, ¿qué opción preferiría?

R. Por la C. Es que no me gustan ni la A ni la B. Quiero otra.

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