Lorenzo Silva, negro... y cervantino
El escritor publica 'La estrategia del agua', nueva aventura del brigada Bevilacqua
El brigada Bevilacqua está a punto de dejar la Guardia Civil. Ha estado trabajando durante 10 años en una investigación peliaguda; consigue incluso que extraditen al malo y luego el juez lo absuelve. Está que trina y, para colmo, el comandante Pereira, su superior, le endosa un marrón: el asesinato de un hombre en el ascensor de su casa. Todo indica que ha sido perpetrado por un profesional: una muerte por encargo. El finado tenía antecedentes por tráfico de droga y por maltrato a su ex mujer. El brigada está de un humor de perros que padecen todos los que están a su alrededor, desde la sargento Chamorro hasta el recién incorporado guardia Arnau. Así empieza La estrategia del agua (Destino), la nueva novela de Lorenzo Silva sobre su popular pareja de la Guardia Civil. Gira en torno a dos ejes: el mal funcionamiento de la justicia y los derechos de los padres.
"Utilizo el crimen para observar el funcionamiento de la sociedad. La estructura de la novela negra funciona bien y te permite hablar de cosas más serias. Es lo que decía Chandler: se trata de buscar la verdad oculta", explica Silva. "Otra cosa que me interesa es que la novela negra es cervantina. En mi caso, Bevilacqua es Don Quijote y Chamorro, Sancho Panza. Es la dialéctica del idealismo y del pragmatismo. Philip Marlowe, por ejemplo, es cervantino".
La estrategia del agua se inspira en dos casos reales. Uno de ellos fue un asesinato por encargo que ocurrió en Ciempozuelos hace tres años. "Puso de manifiesto la capacidad de una mujer para reaccionar con odio tras la separación de su marido. En el caso de maltratos, el hombre queda expuesto al albur de todo lo que le pase por la cabeza a su mujer. Es sangrante. La ley de protección de la mujer es buena y necesaria, pero ha fallado, algo se ha desajustado. A una mujer que hace una denuncia falsa de malos tratos no se la persigue. Se archiva automáticamente. Estas cosas deslegitiman la ley". Silva (Madrid, 1966), que ejerció de abogado entre 1992 y 2002, se apasiona con estos temas. Reivindica, como algunos personajes de su novela, la patria potestad compartida: "El hombre tiene miedo. Si reclama, sabe que lo más probable es que le acusen de misógino".
La absolución de un delincuente, el caso que martiriza a Bevilacqua, también sucedió en la realidad. Tras una investigación de años y una extradición, el juez despacho una sentencia absolutoria con dos frases.
¿Funciona mal la justicia? "Quienes funcionan mal primero son los legisladores. En la Administración de justicia trabaja gente que no se siente comprometida, que decide cosas sin saber lo que hace, como el caso del asesino que andaba suelto y mató a una niña".
Babelia
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