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Reportaje:

Un espacio multiusos poco usado

La nueva plaza de toros polivalente de Vitoria no acaba de arrancar frente a la ocupación de Illumbe y la gestión positiva de Vista Alegre

Termina el año 2009 y el recinto multiusos de Vitoria, inaugurado el 5 de agosto de 2006, permanece prácticamente sin utilizar, salvo en las jornadas taurinas de la feria de La Blanca, un concierto de Fito y los Fitipaldis y un par de convenciones. Es más, la crisis ha supuesto un serio mazazo para esta infraestructura que se presentaba como el referente para actos multitudinarios en la ciudad y que permanece infrautilizada, a la espera de que se ponga en marcha el plan de adaptación para grandes espectáculos, que supondrá una inversión de 731.000 euros.

Este plan, que se presentó en abril pasado, se daba un plazo de dos años para instalar calefacción, incorporar mejoras acústicas, mejorar el graderío e incorporar un entarimado, entre otras acciones. Se trataba de que este coso, que cuenta con 7.778 asientos, ampliables a 9.369 plazas si se utiliza el ruedo, funcione como un multiusos al estilo del Coliseum de La Coruña o Illumbe de San Sebastián.

No ha ingresado ni un solo euro de los 200.000 previstos para este año
El recinto vitoriano ha estado desocupado durante 350 días

Este espacio donostiarra también ha sufrido un rosario de penalidades, en este caso no por su uso, sino por su gestión. El Ayuntamiento de San Sebastián realizó un convenio con Nuevo Desarrollo de Anoeta, en el que participaba de forma destacada la Familia Chopera, para la concesión administrativa de la Plaza de Toros y otras actividades de equipamiento y de ocio en Illumbe. Aquella concesión, tal y como establecieron diversas sentencias del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, fue irregular, y obligó al Ayuntamiento a indemnizar a los Chopera con 21 millones, pero éstos reclaman 50. El contencioso continúa, mientras el espacio, que ahora se denomina San Sebastián Arena 2016 es utilizado por el club de baloncesto Lagun Aro y, en verano, se presenta la feria taurina, que este año organizó el propio consistorio.

Por su parte, Bilbao cuenta con un coso taurino a la manera tradicional, cuyo uso es fundamentalmente para corridas de toros. La construcción de la plaza de Vista Alegre está amortizada y es propiedad del Ayuntamiento de Bilbao y la Casa de Misericordia al 50%. La dirige una junta administrativa que preside el alcalde. También se utiliza para celebrar conciertos a partir de la solicitud de los productores para arrendarla. Frente a sus paralelos en Vitoria y San Sebastián, la de Bilbao no sufre problemas financieros. Es más, como recuerda el gerente, Javier Heppe, "en los últimos 20 años no se ha tenido que acudir a financiación externa, ya que es totalmente rentable y genera beneficios, que se destinan a mejoras de la propia plaza, su mantenimiento y a obra social".

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En Vitoria, la prevista remodelación de su reciento multiusos está parada debido a la crisis, que está ralentizando la reforma de la parcela en la que se encuentra. Esto ha hecho, como ha denunciado Ezker Batua, que el Ayuntamiento no haya ingresado este año ni siquiera uno de los modestos 100.000 euros que había presupuestados por el arrendamiento para diversos actos. El concejal de esta formación, José Navas, critica que el alcalde "no ha cumplido su compromiso de hacer de la nueva Plaza de Toros un verdadero espacio multiusos". En su opinión, el 2009 era clave para evaluar si esa promesa se realizaba. "Desgraciadamente, los hechos son contundentes, ya que el multiusos ha estado cerrado a cal y canto durante 350 días".

Lo cierto es que en abril de este año, el equipo de gobierno se comprometió para que se tomara antes de fin de año una decisión sobre el plan de adaptación para grandes espectáculos, redactado por el asesor del alcalde en materia cultural, Enrike Ruiz de Gordoa. De momento se mantiene en el aire. Aquel plan estimaba que el coste de la calefacción ascendía a 301.600 euros, mientras que el entarimado del ruedo y las partidas para colocar asientos sumaban 275.400 euros, y la adaptación de un escenario modular subía a 50.000 euros. El resto hasta los 731.300 euros eran cuestiones secundarias para convertir la plaza en una sala de conciertos para cerca de 10.000 personas.

Entre los espectáculos que se celebrarán a partir de esta transformación, si llega a culminarse, se encuentran, por supuesto las corridas de toros, pero también competiciones deportivas (free style, voley-playa, fútbol-playa, tenis o herri kirolak), eventos circenses, parques infantiles de navidad (las barracas se colocarían en la plaza central de la manzana), musicales, ópera, zarzuela, o conciertos de música pop y rock.

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