El Estado compra 10 fotografías de Centelles en una subasta
"¡Hala, todo para Salamanca!". Con el ánimo caliente por la reciente polémica por la compra del archivo fotográfico de Agustí Centelles para el Centro de la Memoria de Salamanca, la frase se escuchó ayer entre el público cuando el Estado hizo valer el derecho de tanteo y se quedó con las 10 fotografías de este autor que se subastaron en la sala Soler y Llach de Barcelona.
Entre las imágenes subastadas estaban dos de las más conocidas de este autor: la de los guardias de asalto parapetados detrás de sus caballos muertos, de 1936, y la del bombardeo de Lleida en la que una madre llora la muerte de su hijo, de 1937, que alcanzaron un precio de 3.500 y 1.600 euros respectivamente.
Pese a la expectación generada por la venta de estas imágenes, los responsables de la sala Soler y Llach y de la Generalitat de Cataluña resaltaron la "absoluta normalidad de la subasta", y destacaron que los precios alcanzados (entre 700 y 3.500 euros) eran los habituales de ventas anteriores y "no se habían incrementado tras la polémica". Según explicó David Balsells, conservador de fotografía del Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC), presente en la sala y sentado, hombro con hombro, con la persona que compró para el Estado las imágenes de Centelles -y 80 lotes más que alcanzaron un valor de unos 90.000 euros-: "el Estado ejerce el derecho de tanteo en representación de las diferentes entidades que han mostrado interés en tener las imágenes. Luego los reparte y cada uno de los centros que han de pagar el precio alcanzado". Balsells confió en que el MNAC obtendría las 15 ó 20 fotografías en las que estaba interesado "entre ellas varias de Centelles y ningún Capa".
La fotografía más cara de la subasta fue Nostalgia, de Antoni Arisa, que alcanzó los 7.500 euros. También fue a parar al Estado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.