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Reportaje:

Fuentetaja se lava la cara

La librería de la calle de San Bernardo tendrá un café en su interior y ofrecerá conciertos y exposiciones

Rosa Rivas

Unos grandes escaparates y unos seductores graffitis adornan la nueva fachada de Fuentetaja, en el número 35 de la calle de San Bernardo esquina con Antonio Grilo, que el público podrá conocer a partir de este viernes. La veterana librería madrileña, creada en diciembre de 1959, afronta sus bodas de oro con la literatura plantando cara a las crisis, ya sea de la economía o del papel, y adobando sus contenidos con el Café Max Estrella. Un bistró que pretende ser un clásico atrevido como Valle-Inclán, cuyos personajes de Luces de Bohemia inspiran los platos: tortilla de patata de Don Latino de Hispalis, croquetas de pringá de Enriqueta la Pisa Bien, empanada de Serafín el Bonito... Al hilo de las costumbres madrileñas, habrá desayunos, comidas, meriendas (del marqués de Bradomín) y cenas, con bocados desde dos euros y bufé y menús a 15 y a 25 euros.

El local, dividido en tres plantas, contará con 70.000 libros

El Café Max Estrella, con capacidad para 70 personas, tendrá sus paredes tapizadas con libros. Estará en la planta de arriba. En la planta de calle latirá el corazón de los libros (más de 70.000 referencias, a las que se unirán los libros electrónicos). Las dos plantas suman 650 metros cuadrados, pero en el sótano se ha recuperado una cueva, una bodega del siglo XVIII, donde se desarrollarán conciertos de música clásica (martes y jueves) y jazz (miércoles), así como debates y tertulias. Acero cortén, vigas de la vieja estructura industrial, madera y cristal forman un conjunto con cierto aire de loft. En otras vidas fue local de unos seguros, de un banco, el Gran Café de San Bernardo y la editorial de la escritora Emilia Pardo Bazán.

El multiespacio del siglo XXI (www.fuentetaja.es), que ha supuesto una inversión de más de 500.000 euros, exhibirá de forma habitual obras de arte (escultura, pintura, fotografía) y tendrá un rincón de agencia de viajes vinculados a rutas gastronómicas y literarias. Estará abierto todos los días, de nueve de la mañana a doce de la noche (los fines de semana hasta las dos de la madrugada).

Fuentetaja resucita con nuevo cuerpo, pero con el mismo espíritu de siempre: alimentar la vida cultural. "Nacimos como centro de encuentro y renacemos con mejor ropaje", dice el fundador, Jesús Ayuso, y asiente Pilar Calabia, presidenta del Grupo Casa Palacio, el nuevo equipo gestor y responsable de iniciativas gastronómicas en edificios madrileños rehabilitados, como Alboroque y Casa María. En diciembre de 2008 emprendió la aventura de reflotar Fuentetaja, que un año antes había dejado su espacio original, en el 45 de San Bernardo (edificio que al final no ha sido demolido y será rehabilitado). La nueva Fuentetaja cuenta con 30 personas, nueve de ellas libreros del equipo anterior. Y con todas las energías frente a la competencia de los gigantes: "No nos pesan los recuerdos, la aventura es estar siempre renovándose".

Fachada de la librería Fuentetaja, en la calle de San Bernardo.
Fachada de la librería Fuentetaja, en la calle de San Bernardo.BERNARDO PÉREZ
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Sobre la firma

Rosa Rivas
Periodista vinculada a EL PAÍS desde 1981. Premio Nacional de Gastronomía 2010. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense. Master en Periodismo Audiovisual por Boston University gracias a una Beca Fulbright. Autora del libro 'Felicidad. Carme Ruscalleda'. Ha colaborado con RTVE, Canal +, CBS Boston y FoolMagazine.

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