Memoria minada
Todo empieza con dos chicas en un baile, eso leo. Unas líneas después surge la duda. Tal vez la historia comienza antes de la fiesta. Esta lectora escucha: cruje la seda de los vestidos nuevos, hay risas, diversión. Está el jardín. Unas páginas después se reinicia la historia: una mujer recuerda el baile y lo que sucedió antes de él. Tiene la memoria fresca e intacta y sin embargo su mirada es anciana. Su frente se apoya en un hierro que no es sino reja que encierra. Una cárcel. Sí, una cárcel de locos. Un manicomio. Se leen imágenes: India, el polvo amarillo de las mimosas, un viaje, hermana, Bombay, barco, frío, Edimburgo, mantas. Un baile. Otra vez las dos chicas en el baile.
La extraña desaparición de Esme Lennox
Maggie O'Farrell
Traducción de Sonia Tapia Sánchez
Salamandra. Barcelona, 2009
218 páginas. 15 euros
La extraña desaparición de Esme Lennox es la historia de Euphemia "me llamo Esme", perdón, es la historia de Esme, una adolescente que fue encerrada por no militar en las convenciones sociales. Es la historia de una anciana que sesenta años después recobra la palabra y la memoria de tiempos felices pero no para festejar ni preguntarse, sino para decir: entendí y acepté el don de la felicidad y mis padres me encerraron porque lo quise disfrutar. La anciana evoca la pérdida y la desesperación. Aquí el castigo es el adiós. La desesperación proviene de los suyos porque son ellos quienes hacen sombría la vida. Pero ¿cuál es la falta? El pecado es la ambición: ser feliz, bailar, decir sí y decir no, si así lo piensas, amar a quien quieras. Ellos, la familia, definen risa y decisión. La rebelión se paga y la llaman histeria. Tiempos oscuros aquellos donde médicos, padres y maridos se deshacían de mujeres que no cumplían órdenes. Estamos en Escocia y es la década de los treinta del siglo pasado. Pero también estamos en Escocia y han pasado sesenta años.
Maggie O'Farell (Irlanda del Norte, 1972) ha escrito una novela que posee capacidad de seducción y un magnetismo que deja exhausto a quien lee, pues recorre con palabras, sonidos e imágenes una memoria de aflicción demoledora. La autora con brillante determinación construye una historia a la que esta lectora se rinde, saboreando ese vaivén de aquí y ahora, de allí y antes. La novela muestra el poder evocador de las palabras, pues atiendo no sólo voces que recuerdan y aclaran, sino el pájaro que vuela, brrr-clop-brrr; el corte de la azada, raac, raac y el susurro del árbol, shshshs. Punto y raya de un nuevo código Morse. Así se va reconstruyendo el tesoro de una voz que cuenta, esa anciana de memoria clara que habla con detalle de su infancia feliz. ¿Infancia feliz? Me equivoco, pues apenas unas páginas más, el texto se vuelve feroz aunque el pájaro siga cantando y la niña camine alegre de regreso a casa. Leo incomprensibles imágenes que se instalan en la retina de la niña y que señalan la crueldad del estricto orden familiar, leyes incuestionables, padres que anatematizan risas y decisiones. Padres ricos que no golpean sino que castigan señalando la diferencia y a la víctima. Las mujeres enloquecen. Las mujeres padecen histeria, neurosis. Neurosis puede ser querer dar paseos en soledad, no desear casarse, reír a destiempo, bailar frente al espejo, aturdirse con el uso inadecuado de los cubiertos y no sonrojarse.
En La extraña desaparición de Esme Lennox, Maggie O'Farell convierte un diálogo fragmentado entre dos hermanas que no se han visto en décadas en una intensa novela. La autora hilvanará con interés, emoción y suspense monólogos de distinto calibre, uno con la memoria preservada como el buen vino y otro con el recuerdo quebrado por el Alzheimer. La codiciada lectura incorpora a las voces ancianas la de una joven sobrina nieta que indaga y que trae al presente conflictos acordes con el signo de los tiempos y con los cambios en las distintas maneras de ser familia. O'Farell selecciona con esmero el tiempo narrativo. Aquí, allí, ahora, antes. Rastrea en los momentos gozosos y en aquellos que destilan el fétido olor del desaliento. En ese desierto no hay razón, no hay posibilidad de perdón ni de arrepentimiento. "Papá, por favor, papá no lo volveré a hacer más". Oídos sordos. Aislamiento, exclusión y olvido. El destierro es un lugar con el horizonte enrejado. Así fluye la memoria de las hermanas, alcanzando a la sobrecogida lectora que atiende al castigo demoledor de una disidencia. Los padres, las leyes y los médicos certificando el dictamen. Criaturas de apariencia noble devoran a otra de su misma sangre y continúan su existencia como si nada hubiera sucedido, como si el monstruo fuera aquella adolescente que adoraba su libertad pensando que podía disponer de ella, joven confiando en su futuro, mientras los monstruos, su familia respetable, siguió su vida y la olvidó como se olvida a un desconocido con el que nos cruzamos en la calle.
Se lee con avidez esta novela que recompone las terribles partículas en suspensión de las cerradas convenciones sociales. Ambas memorias, la memoria de la felicidad y la del miedo, surgen libres para mostrar el detritus de escenas que ensombrecen el recuerdo. Escritura exultante que se oscurece al contar. Sí, tal vez todo empezó con dos chicas en el baile. ¿O fue antes? O es ahora, con la mirada anciana de una mujer que recobra el vuelo del pájaro brrr-clop-brrr, aún sabiendo que después estuvo la jaula.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Última hora de la actualidad política, en directo | Puente carga contra Sumar por reclamar una crisis de Gobierno: “No tiene sentido un sacrificio ante el altar”
El gigante de los pagos PayPal solicita convertirse en banco para impulsar los préstamos
El Supremo desvía a la Audiencia Nacional la decisión sobre la cobertura legal del comité del apagón
Pasión por ‘Xiao Xiao’ y ‘Lei Lei’: colas de más de tres horas para ver a los últimos pandas de Japón antes de su vuelta a China
Lo más visto
- Un trabajador de Acciona asegura que fue el exdirector de Construcción quien le sugirió colaborar con Servinabar, la empresa a la que la UCO vincula con Cerdán
- Eurovisión 2026 cierra la lista de sus países participantes, la cifra más baja desde 2004
- El juez cree que la red de Leire Díez y el exdirector de la SEPI contó con “diversos cargos públicos” para el cobro de comisiones entre 2021 y 2023
- La UE eleva la presión sobre Venezuela al prorrogar las sanciones al círculo de Maduro en plena escalada de Estados Unidos
- Sánchez se mueve para seguir: pacta una cita con Junqueras, anuncia un abono único y descarta tocar el Gobierno




























































