En educación, de mal en peor
Como profesor de secundaria, pienso que tanto la propuesta de pasar curso en bachiller con tres o más asignaturas suspendidas, como la propuesta actual de matricularse sólo de la suspendidas manteniendo las notas de las aprobadas son rechazables por varios motivos.
La segunda posibilidad -la de cursar sólo las asignaturas suspendidas- propicia la ociosidad de quienes sólo asistirán a clase unas determinadas horas, habituándolos a hacer en dos años lo que deberían hacer en uno.
En cuanto a la posibilidad de volver a matricularse también en las asignaturas ya aprobadas, pero conservando la nota del año anterior en caso de que las suspendan, es tanto como dar validez a un fracaso.
La motivación es inseparable del esfuerzo, pero ¿qué motivación van a tener estos alumnos para conservar y mejorar su conocimiento de lo que han aprendido, si pueden conservar una nota que ya no refleja su conocimiento de la materia.