Diez años de obras y 963 millones de inversión
La autopista AP-1 (Eibar-Vitoria) se abrió ayer tarde al tráfico en su totalidad tras finalizar la construcción del último tramo pendiente, entre Mondragón y Eskoriatza, de 6,3 kilómetros de longitud. El diputado general de Guipúzcoa, Markel Olano; la presidenta de las Juntas Generales, Rafaela Romero, y el consejero de Obras Públicas, Iñaki Arriola -los tres en la imagen, junto a otras autoridades-, asistieron a la inauguración de la infraestructura viaria, cuya construcción se ha prolongado diez años y ha requerido una inversión de 963 millones de euros (780 millones pagados por la Diputación de Guipúzcoa y los otros 183 por la alavesa). Cada kilómetro de carretera ha costado 23 millones. El precio se ha disparado finalmente en un 50% con respecto a los 632 millones en que se presupuestó al inicio. La AP-1 será una vía de pago que se prevé registrará un promedio de 12.000 vehículos diarios. Será un paso complementario a la actual N-I. El precio del viaje entre Vitoria y Eibar (42 kilómetros) supondrá 5,96 euros sin bonificaciones.