La Modelo dará paso a escuelas y residencias a partir de 2013

En cuanto salga el último preso de la cárcel Modelo, entrarán las máquinas para transformar lo que ha sido prisión durante un siglo. Eso vino a decir ayer el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu. No concretó cuándo pasará porque en el caso de la Modelo, los plazos de su clausura se han ido incumpliendo. Aproximadamente, la nueva prisión de preventivos de la Zona Franca de Barcelona estará construida en 2013. Por tanto, con ese cálculo trabaja el Ayuntamiento como fecha para iniciar las obras de transformación de la Modelo. La imagen que más sorprenderá será la desaparición del muro perimetral que cierra el penal en las dos manzanas que ocupa.

El panóptico central y cinco de los seis brazos que actualmente ocupan las galerías se mantendrán y se transformarán en equipamientos de ciudad: guardería, escuela de primaria, residencia asistencial, casal de jóvenes y un edificio dedicado a preservar la memoria del penal. El brazo que desaparecerá es el que actualmente constituye la entrada a la cárcel por la calle de Entença. Al eliminar ese edificio se crea una plaza de unos 12.000 metros cuadrados que será el acceso principal del conjunto de los equipamientos. Esa edificabilidad se traslada a la esquina de Entença con Rosselló, donde está previsto construir un centro de día y residencia para la tercera edad.

Los arquitectos Bonell y Gil, que han realizado el anteproyecto, explicaron ayer que lo que se plantea es la rehabilitación y adecuación de los edificios ya existentes a sus nuevos usos, sin descartar que se trate de intervenciones profundas: "hace falta entrar para saber, realmente, cómo están los edificios".

Por el lado de la calle de Nicaragua, en el subsuelo, habrá un aparcamiento de 200 plazas y un polideportivo. También en esa zona, pero todavía sin determinar, hay una reserva de espacio de 5.000 metros cuadrados de suelo que es de titularidad de la Generalitat -porque así se fijó en el convenio alcanzado por las dos administraciones- que se puede convertir en un edificio de oficinas u hotel de 18.000 metros cuadrados de techo. Ésa es la única parte de la solución final de la futura Modelo que no convence a los vecinos de la parte izquierda del Eixample: "pensamos que la Generalitat podría destinar esta zona a oficinas públicas, no a hotel", explicaba Trinidad Jiménez, presidenta de la asociación de vecinos de esa parte del Eixample.

El anteproyecto apunta las posibilidades de algunos de los espacios que se generarán con el vaciado de la prisión. Por ejemplo, el tremendo espacio del panóptico central que será el principal acceso de todos los equipamientos que saldrán de él. "Ya se verá si al conjunto del espacio se le dan más usos", apuntó Assumpta Escarp, concejal del Eixample.