Argentina indaga posibles sobornos para lograr contratos
El fiscal nacional de Investigaciones Administrativas de Argentina, Manuel Garrido, ha presentado una denuncia por presuntos cohechos y dádivas cometidos por nueve empresas contratistas del Estado argentino, entre ellas Telefónica, durante el Gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007). En la compañía española califican la acusación de Garrido como una "gran especulación". El fiscal Garrido también cursará la denuncia a la Fiscalía Anticorrupción de España.
La investigación comenzó a partir de un caso de 2006 de sobornos confesados por la constructora sueca Skanska a dos funcionarios del Gobierno de Kirchner. El juez de esa causa determinó en marzo de 2008 que Skanska había justificado el pago de comisiones mediante la facturación de servicios a nueve empresas fantasma o cáscara, sin estructura alguna.
La fiscalía descubrió que otras 1.000 firmas operaron con esas empresas y se concentró en nueve que tuvieron contratos con el Estado y facturas de más de 6.600 euros. Las contratistas denunciadas sumaron facturas por más de 3,3 millones de euros, de los cuales 2,2 millones son servicios pagados por Telefónica entre 2003 y 2006.
Petición a Telefónica
La fiscalía pidió a las nueve contratistas que enviaran todas las facturas que recibieron de las empresas falsas, así como también las órdenes de compra de los servicios adquiridos, los presupuestos y otros documentos. Telefónica fue la única que entregó satisfactoriamente toda la información, según consta en la denuncia del fiscal. En la empresa afirman que ellos pagaron por servicios realmente prestados y como prueba presentaron, por ejemplo, fotos de una fiesta de fin de año. Sin embargo, admiten que entre los 13.000 proveedores del grupo en Argentina "puede haber algún proveedor non sancto que entregó una factura falsa", algo que consideraron "posible", aunque admitieron que aceptarla implicaría un "error" de parte de Telefónica.
La investigación de Garrido no se detuvo ahí, sino que observó que curiosamente "en numerosas oportunidades" los cheques seguían el mismo recorrido que en el caso Skanska, según dice la denuncia, que da a entender que tras ello puede haber sobornos a funcionarios.
"Todo parece una gran especulación a partir del modus operandi de otra empresa", dicen en Telefónica, donde se sorprenden de que la denuncia no contenga ningún nombre de ejecutivos de empresas o funcionarios involucrados y además no indique qué acción se buscó conseguir con el presunto cohecho.
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