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Destituidos en Argentina dos curas acusados de "reducción a la servidumbre"

Alejandro Rebossio

Los dos curas españoles indagados por la Justicia argentina por presunta "reducción a la servidumbre" -privación de la libertad poniendo a alguien en situación de servidumbre- a las internas del instituto católico Servi Trinitatis fueron destituidos de sus cargos en la Iglesia de la provincia de La Pampa (Argentina) por el nuevo obispo de la diócesis. Antonio Martínez Racionero dejó de ser el vicario general del obispado de La Pampa y Ricardo Latorre Cañizares ya no es el párroco de la catedral de la capital pampeana, Santa Rosa (607 kilómetros al suroeste de Buenos Aires), según publicaron en los últimos días los periódicos La Arena y Clarín.

En mayo pasado había estallado el escándalo judicial sobre Servi Trinitatis, un instituto secular (de laicas consagradas) creado en España, en Cuenca, por el cura Gratiniano Checa Colmena en los años ochenta y que se extendió desde España a Argentina y Venezuela. Diez ex internas y familiares de internas del movimiento católico denunciaron en los tribunales de Santa Rosa a Martínez Racionero y Latorre Cañizares por 'reducción a la servidumbre y defraudación'. En la denuncia se decía que las laicas hacían sus votos a escondidas de sus padres, pese a que algunas eran menores de edad, se alejaban de sus familias y tenían que dar todo su salario al instituto.

Confianza episcopal

A los pocos días, el entonces obispo de La Pampa, el conservador Rafael Bredice, manifestó su "total confianza" en ambos sacerdotes, que además de actuar en el obispado y en la catedral, promovían el ingreso de adolescentes y jóvenes a Servi Trinitatis, que cuenta con una residencia en Santa Rosa. A fines de junio, el entonces juez de la causa tomó declaración a ambos curas. Casi a la vez, el papa Benedicto XVI designó un nuevo purpurado para La Pampa: en septiembre de 2007 Bredice había cumplido los 75 años, edad a la que se jubilan los obispos, pero su reemplazo coincidió con la difusión de las denuncias contra sus subordinados.

El nuevo obispo, Mario Poli, fue consagrado hace una semana, y en poco tiempo tomó la decisión de destituir a los sacerdotes cuestionados. "La Iglesia católica hizo lo que no ha hecho todavía la justicia argentina", se quejó el abogado de las ex internas y familiares de internas, Omar Gebruers.

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