El SPD elige a Steinmeier para competir con Merkel en 2009
El vicecanciller liderará a los socialdemócratas en Alemania
El Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) ha elegido a Frank-Walter Steinmeier, actual vicecanciller y ministro de Exteriores en el Gobierno de coalición con los democristianos de la CDU, como candidato a primer ministro para las elecciones generales previstas para el otoño de 2009.
Steinmeier estará acompañado en el liderazgo del SPD por el ex vicecanciller Franz Müntefering, nombrado presidente del partido en sustitución de Kurt Beck. Ambos dirigentes apoyaron las reformas económicas impulsadas por Gerhard Schröder en la pasada legislatura, una línea política que abrió grietas en la unidad del partido.
Los colaboradores de Schröder recuperan el control del partido
La elección de Steinmeier, de 52 años, es el enésimo intento de los socialdemócratas de salir de la profunda crisis que les azota por la falta de consenso. La división interna y el crecimiento del partido La Izquierda han hundido el SPD en varias elecciones locales y lo mantienen muy distante de los conservadores en todos los sondeos. Steinmeier es el quinto líder en cuatro años.
Pese a los esfuerzos, la maniobra de la directiva del SPD, reunida en Schwielowsee, junto a Berlín, no fue un ejemplo de cohesión y orden. La caótica puesta en escena comenzó el sábado por la noche, cuando el semanario Der Spiegel anunció la nominación de Steinmeier. La exclusiva llegaba así a la calle antes que a algunos despachos del partido. La filtración robó al presidente saliente, Beck, su prerrogativa de anunciar al candidato de su partido. A 385 días de las próximas elecciones, Beck denunciaba ayer las supuestas "informaciones intencionadamente falseadas" con las que se "privó al presidente de su capacidad de maniobra y decisión".
La candidatura de Steinmeier, actual vicepresidente del SPD, podría suponer un volantazo en la dirección del partido. El eterno segundo del ex canciller socialdemócrata Gerhard Schröder fue uno de los más decididos impulsores del programa de reformas del anterior Gobierno, la impopular Agenda 2010 con la que el SPD se enfrentó a partir de 2003 a la renqueante evolución económica del país. La insatisfacción de parte del partido con aquellos recortes allanó el camino al oeste del nuevo partido La Izquierda.
Con su base sindical en franca decadencia, la erosión por la izquierda y la competencia en el centro de una Democracia Cristiana cada vez más socialdemócrata, el perfil del veterano partido se ha desdibujado hasta lo irreconocible. Poco aportó el gris liderazgo del barbudo Beck.
Las buenas relaciones de Müntefering con el ala tradicional del SPD confieren cierta solidez al nuevo tándem para lanzarse a reconquistar el centro. Pero, a un año de las generales y hundido en las encuestas para las elecciones bávaras de este mes, el panorama se presenta tormentoso para los nuevos jefes del SPD.
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