Siria y Líbano acuerdan fijar sus fronteras comunes
El gran escollo para la demarcación es una zona aún ocupada por Israel
Siria y Líbano acordaron ayer demarcar sus fronteras comunes durante un encuentro histórico entre ambos países. El presidente libanés, Michel Suleimán, viajó el martes a Damasco con el objetivo de establecer relaciones diplomáticas plenas con el país vecino, por primera vez desde la independencia libanesa del mandato francés hace 60 años. El trazado de las fronteras forma parte de ese proceso de normalización y acercamiento entre dos países enemistados desde febrero de 2005, fecha del asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri, del que parte de la clase política libanesa responsabiliza a Siria, que niega cualquier implicación.
"Los dos presidentes han acordado retomar el trabajo del comité conjunto para definir y trazar las fronteras sirio-libanesas", rezaba el comunicado leído ayer tras finalizar la visita de Suleimán a su homólogo sirio, Bachar el Assad. Las cuestiones legales de la demarcación se tratarán en las próximas semanas.
El punto más espinoso de la delimitación de fronteras son las llamadas granjas del Chebaa, como dejó ayer claro el ministro sirio de Exteriores, Salid al Moalem al advertir que ese punto sólo se abordará una vez que Israel se retire de ese pedazo de terreno. "La definición de las granjas de Chebaa no puede hacerse baja ocupación", dijo Moalem en conferencia de prensa en Damasco.
Las llamadas granjas de Chebaa, fueron ocupadas en 1967 cuando Israel se anexionó también los altos del Golán. En total son unos 25 kilómetros cuadrados de terreno agrícola y rico en agua, divididos en 14 granjas, en la ladera oeste del monte Hermón. En mayo del año 2000, Israel se retiró del sur del Líbano, pero conservó las granjas. El partido-milicia chií Hezbolá ha hecho bandera de la reclamación de las granjas y justifica con ellas el mantenimiento de su arsenal para poder recuperarlas. Mientras Israel considera suyas las granjas, Beirut y Damasco coinciden en situarlas en el sur del Líbano.
Además de la delimitación de fronteras, aclarar la suerte de los cientos de desaparecidos durante la guerra civil libanesa (1975-1990) fue otro de los puntos acordados durante el encuentro bilateral.
La vista de Suleimán a Damasco es la primera de un presidente libanés desde el conflicto de 2005, cuando murió asesinado Hariri y dos meses más tarde Siria se retiró de Líbano tras tres décadas de tutela militar. El futuro establecimiento de relaciones diplomáticas plenas y la apertura de embajadas en ambos países constituirá toda una novedad entre dos países que nunca se han relacionado en pie de igualdad, porque como decía el Hafez el Assad, padre del actual presidente, Siria y Líbano eran hasta hace sólo tres años prácticamente el mismo país.
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