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Los nervios afloran en la construcción

El magistrado de lo Mercantil número 2 augura que se van a batir récords en la cuantía de las insolvencias - El pasivo de Ereaga y Urazca es el 1% del PIB vasco

Pedro Gorospe

El sector de la construcción está colgado de un arnés. La zozobra de quienes han sido algunos de sus buques insignia durante la época de las vacas gordas está provocando una situación de nervios generalizados, que nadie sabe cómo va a terminar.

Al caso de Ereaga -160 millones de pasivo-, que presentó concurso de acreedores (la antigua suspensión de pagos) en diciembre del pasado año, se sumó el jueves el de Urazca -más de 450 de pasivo-. Entre ambas suman más de 620 millones de euros en deudas con bancos, proveedores y plantilla, casi el 1% de todo el PIB vasco.

Habidite vende el 5% de su capital a Miguel de Aguirre para ganar liquidez

Ni la patronal vizcaína Cecovi, ni las otras dos provinciales quieren hablar oficialmente de la situación. Hacen sus análisis y concluyen que los datos son muy preocupantes. Pero prefieren no pronunciarse, aunque puntualizan que en Euskadi, a pesar de todo, entre la obra pública y la vivienda de protección tienen al menos un salvavidas al que agarrarse.

El titular del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Bilbao, Edorta Etxarandio, que tiene adjudicado el caso de Urazca, aventuró ayer que, tal y como están las cosas, "vendrán otras" empresas insolventes. Y auguró que todavía está por verse lo peor. "Van a batirse todos los récords sucesivamente en los distintos concursos que se presenten de promotores y constructoras", apuntó en un encuentro con informadores.

En toda España son ya 83 las empresas que han pasado por el juzgado con procesos concursales para reordenar sus deudas, de las que 57 tienen relación con el sector inmobiliario. En Euskadi han sido siete constructoras, de las que dos, Ereaga y Urazca, tienen muy endeudadas sus divisiones inmobiliarias.

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En un momento de desconfianza general, las empresas se esfuerzan por capear el temporal, intentar vender activos para lograr liquidez y reducir el endeudamiento, y su pueden, obtener nuevos recursos. Es lo que ha hecho Habidite Alonsotegui, del grupo Afer. Ayer anunció que el empresario vizcaíno Miguel de Aguirre se ha hecho con el 5% de la compañía. Habidite tiene que invertir unos 80 millones de euros para levantar en Ortuella la planta en la que desarrollará su publicitado proyecto de fabricar viviendas mediante módulos ensamblables.

Las expectativas de recibir ayudas públicas extraordinarias se las aguó el pasado jueves el vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, al frenar el plan de ventajas fiscales que les iba a ofrecer el Ministerio de Vivienda. Solbes fue taxativo: "No se debe tratar de impedir artificialmente el necesario ajuste en la construcción", dijo.

Fuentes de la patronal alavesa de la construcción, Uneca, califican sus palabras de otro "jarro de agua fría, con la que ya está cayendo". El directivo de una empresa mediana de construcción que prefiere mantenerse en el anonimato describe cómo el sistema se ha venido abajo. "Hemos pasado de un sistema de confianza total, de los bancos en las empresas, de los consumidores en los bancos y de los promotores en sus clientes, a otro en el que nadie confía en nadie".

Si hasta hace apenas un año los bancos buscaban a las promotoras para financiar sus promociones y los pisos se vendían sobre plano, ahora los bancos no conceden financiación ni a empresas ni a clientes.

"Hay una demanda latente de cierta importancia", asegura por su parte el gerente de una constructora de Bilbao. "Tenemos una promoción de 58 viviendas vendidas al 80%, pero condicionado en unos casos a que el comprador venda su antiguo piso y en otros a que el banco dé el crédito al cliente. Así no podemos hacer nada", asegura.

El magistrado Edorta Atxerandio lo explicó así: "En la actualidad no se vende nada. Son todos préstamos de promotor; la financiación está fundada en unas ventas en unos determinados plazos y no se vende nada. El valor teórico que pueden tener los activos es un valor que se le puede dar el [valor ]que se quiera, pero si no se compra, no hay nada. Entonces llegan los vencimientos de los préstamos y los bancos tienen que refinanciar". Pero los bancos no lo hacen.

En Euskadi la mayoría de las constructoras con peso en las obras públicas están aguantando el tirón, siendo las que más sufren las que han sucumbido a la tentación de entrar en la promoción.

Viviendas en construcción en el barrio de Zabalgana de Vitoria.
Viviendas en construcción en el barrio de Zabalgana de Vitoria.PRADIP J. PHANSE

El paraguas vitoriano de la VPO

El alcalde de Vitoria, Patxi Lazcoz, quiso restar dramatismo al diagnóstico que sobre la crisis económica hizo el jueves el presidente de la patronal alavesa, SEA, Juan José Azurmendi, al asegurar que se estaban cumpliendo los peores augurios.

Lazcoz destacó que la apuesta de Álava por la construcción de viviendas de protección oficial y la obra pública hace que "estemos mejor que muchas otras provincias". Además, destacó la estabilidad institucional del Ayuntamiento de Vitoria y de la Diputación de Álava, que cuentan con unos "importantes planes de inversiones" en obras públicas. Entre ellas, citó proyectos estratégicos como el Palacio de Congresos o la estación intermodal. Unas inversiones que, según dijo, ponen de manifiesto la capacidad que tienen la ciudad y la provincia de generar una economía "de primer orden".

Lazcoz también habló de la suspensión de pagos de la constructora Urazca, ya que esta empresa tiene adjudicada la construcción del Centro de Interpretación de la Naturaleza de Salburua, el edificio Ataria. Según explicó, la suspensión de pagos no va a tener una afección importante, porque la obra del edificio está prácticamente terminada.

Lazcoz pidió por ello a las asociaciones empresariales que sean ecuánimes a la hora de analizar la situación económica, porque no es lo mismo una ciudad que otra. En este sentido, el alcalde reiteró que en Vitoria, gracias a la apuesta unánime de todos los partidos por la vivienda de protección oficial, los jóvenes "no están en una situación de asfixia" por la subida de las hipotecas, como en otras ciudades. No obstante, reconoció que se está produciendo un apreciable descenso del consumo privado.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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