Académico de manual

Cuando el pasado jueves Jaume García llegó a su despacho de la Universitat Pompeu Fabra, todos sabían ya que había recibido el encargo de tomar las riendas del Instituto Nacional de Estadística (INE). Pero él cruzó la puerta del departamento de economía como si fuera un día cualquiera. Y no lo era. El teléfono llevaba toda la mañana sonando. "Mira, tendréis un problema de profesorado, porque yo...". Sus compañeros le ahorraron la explicación. "Ya, ¡como de repente el IPC baje al 2,5% ya tenemos sospechoso!", le espetaron.

A Jaume García (Barcelona, 1956) su entorno lo define como un "académico de manual". "Es brillante, le apasionan los números y es muy meticuloso", dice uno de sus compañeros en la facultad. Licenciado en Economía y Negocios por la Universidad de Barcelona, doctorado en la London School of Economics y catedrático, García impartía hasta ahora en la Pompeu Fabra (UPF) econometría, una de las asignaturas consideradas más duras por los alumnos.

García asume como reto ampliar las estadísticas sobre vivienda

El nuevo director del INE empezó sus trabajos académicos abordando el mercado laboral, primero en la Universidad Autónoma de Barcelona y luego en la UPF. En ambas coincidió con el ahora secretario de Estado de Economía, David Vegara, con quien realizó algún trabajo y trabó amistad. García fue uno de los pioneros en estudiar las diferencias salariales por razón de género, aunque luego empezó a elaborar documentos sobre la economía del deporte, sobre todo del fútbol. Este salto puede chocar, pero es muy natural para alguien de su especialidad. "Se pasa de analizar salarios a un mundo donde hay superestrellas y sueldos astronómicos", sostiene otro profesor.

A García tampoco le resulta extraño. Se confiesa hincha del Barça y amante del deporte. Confluyen, pues, sus dos grandes pasiones: el fútbol y los datos. "La economía del deporte será como la de la salud. Antes nadie se dedicaba a ella y ahora es muy tratada", asegura García. Y si se ha dedicado a analizar a estos estudios es también porque un día, cuenta, conoció a un ex presidente del Spórting de Gijón que le puso a su alcance todo tipo de datos.

Este académico, que goza de gran predicamento entre sus alumnos, no tardó demasiado en aceptar la oferta que le formuló Vegara. No tiene hijos, y sólo tuvo que hablarlo con su esposa. Luego mantuvo la discreción. No en vano, tiene fama de ser un hombre muy prudente. Y él no lo niega. Si de él hubiera dependido, el secreto sólo se hubiera desvelado tras su nombramiento en el Consejo de Ministros del viernes.

Aún no quiere hablar de objetivos. "Lo primero es aterrizar en Madrid y en el instituto", afirma. Pero asiente en que una de "las cuestiones más candentes" es el mercado de la vivienda. Y cualquier asunto de máxima atención requiere "de información". García conoce bien el mercado inmobiliario. No sólo se ha dedicado al trabajo y al deporte. En los últimos años ha desmenuzado los datos de la firma Tecnocasa para trazar un perfil del mercado de la vivienda en las principales ciudades de España.

Jaume García desembarca ahora en el reino de los números para gestionar el organismo. Una tarea que no debe resultarle complicada porque ya la ha desempeñado. "He tenido la suerte de participar en el nacimiento y crecimiento de la UPF", sostiene. García fue del núcleo fundador de la universidad, se integró en el comité que diseñó los estudios, participó en la redacción de los estatutos y fue vicerrector en dos ocasiones. Es muy consciente que va al INE no para ordenar datos, sino el día a día: "Cuando le felicitamos no paraba de repetir: 'Mi cargo es técnico, no político, ¿eh?", explica su entorno. -